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Mostrando entradas de noviembre, 2016

El mundo patas arriba

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2016, que se acerca a su final, pasará a la historia como el año de los terremotos políticos a nivel nacional e internacional. Las teorías políticas y sociológicas fueron sometidas a la confrontación real del comportamiento electoral de los pueblos y perdieron su vigencia. Como consecuencia de los resultados en las urnas, la estadística entró en crisis y las empresas encuestadoras quedaron peor que los mapas estelares de Ptolomeo. Los candidatos del futuro tendrán que confiar más en la incertidumbre que en la firmeza de las barras de los gráficos. Los plebiscitos y referendos serán procesos innombrables en los congresos y palacios de gobierno. La polarización de las sociedades atraerá hienas al bosque y cernícalos sobre los techos de las casas. En las calles las banderas de los partidos antagónicos producirán golpes de sables que amenazarán la serenidad de la noche. El sentido común que enseñaba que la unidad es superior a cualquiera de sus partes argumentará que en Inglaterra no

¿Es una generación perdida la que estamos viendo?

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Muchos educadores, y algunos son colegas cercanos a mí, se quejan de la generación que nació junto con el siglo. Dicen que no tienen una visión halagadora de la vida y tampoco un concepto claro de la felicidad. Son de aquellas personas que no les enseñaron las lecciones del dolor, pero sí los acostumbraron a la inmediatez, a la existencia fundamentada en los placeres que proporcionan las cosas, a conseguir posesiones sin esfuerzo y a escalar pasando por encima de los derechos de otros seres humanos. Palabras como autonomía, responsabilidad, respeto, solidaridad no se hallan en sus diccionarios. Son una generación más apegada a lo virtual que a lo real. Jóvenes que consideran que la tecnología es una panacea como característica mayor de una era de comunicación instantánea. iPhones, iPads, mensajes instantáneos, video juegos y un acceso inmediato a información y conocimientos que están en internet y para dominarlos basta la punta de los dedos. Obtienen notas en el colegio que sa