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Oración del día

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  28 de abril de 2024   Señor y Padre nuestro:   Gracias por el don de la vida que me otorgas en este nuevo día. Te alabo y reconozco como mi Dios. Hoy quiero que, como decía el poeta Antonio Machado, me ayudes a distinguir las voces de los ecos. Que no me deje confundir por las apariencias y que sea capaz de oír tu voz y comprender lo que me dices.   Que tu palabra transforme mi ser y me haga digno de tu bendición. No rechaces mi suplicia y, si es tu voluntad, que tu palabra me cambie como se transforma el desierto cuando la lluvia cae en abundancia sobre las arenas. Te suplico, también, por todos mis amigos y enemigos, para que ellos escuchen tu voz y en uso de su libertad se comprometan en la construcción de tu reino de amor y paz. Te lo suplico en el nombre tu amado Hijo, Jesús. Amén.     

Oración del día

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  27 de abril de 2024 Señor: Te reconozco como mi Dios y salvador. Gracias te doy por la luz de este amanecer. no dejes, oh buen Jesús, que la fría indiferencia se apodere de mí y me olvide de aquellos que sufren los rigores de la enfermedad. Por ellos imploro su pronta recuperación. Tú eres el dueño de la vida y la salud y si tú quieres puedes sanarlos. Ten compasión de su dolor y ven pronto a devolverles la salud. Señor, no dejes que la enfermedad, que es la hija preferida de la muerte, toque las puertas de esta casa o se apodere de mi cuerpo. Cuida de mí y que tu Santo Espíritu no se aparte de mí. Señor, que en este momento tu presencia se haga presente en los enfermos y ellos sientan tu poder sanador. Que lo sientan como yo lo he sentido. Señor gracias por mi vida y mi salud. Alabado seas Señor. Amen.  No se preocupe por el lugar donde se encuentra hoy; su preocupación debe ser el lugar a dónde quiere llegar. Cuando tienes a Dios a tu lado, el camino del temor se despej

Oración del día

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  26 de abril de 2024   Amado Dios:   Te doy gracias porque sé que estás en mi vida presente. Gracias por las penas que me hacen acordar de ti y por las alegrías que me llenan el corazón de gozo y gratitud.     Hoy como todos los días, antes de ver la luz del sol, me encuentro frente a Ti para alabarte y darte gracias por las cosas maravillosas que haces en mi vida y para poner en tus manos cuanto haga y anhele. Gracias Señor por la hermosa familia que me diste. Tenemos comida en la mesa y un cálido techo bajo el cual podemos descansar después de la dura labor. Te doy gracias por cada día que he vivido y porque pude sentir que en todos los instantes Tú estabas conmigo acompañándome, susurrándome palabras de sabiduría y guiando mis pasos por el camino más seguro y conveniente. Señor, en este amanecer te clamo para que derrames tu Santo Espíritu sobre mi vida y la de las personas que amo. Te pido que cubras nuestros hogares con tu manto de paz y amor, que lluevan abundantes bendi

Oración del día

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  25 de abril de 2024   Señor Jesús:   Te doy gracias porque me rodeaste de una familia y amigos en quienes se refleja tu amor. Tú expresaste que oráramos a Dios sin desanimarnos, de día y de noche. Nos diste una oración breve, pero profunda. Con ella nos advertiste que Dios no necesita grandes discursos para comprender nuestras necesidades. Sin que las digamos, como Tú conoces nuestros pensamientos y sentimientos, sabes lo que pediremos. Sin embargo, esperas que te demostremos nuestra fe. La oración no es una fórmula mágica, un poema de signos poderosos, es sólo nuestro vacío expresado con palabras, es nuestra gratitud convertida en himno, es nuestro amor hecho alabanza a quien nos amó, tanto que envió a su Hijo para morir en el madero de la cruz y así fuéramos dignos de la vida eterna. Confiamos en tu palabra y sólo te pedimos que te acuerdes de nuestras familias, que pongas bajo tu protección a nuestros hijos y nietos. Amén.

Oración del día

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  24 de abril de 2024 Padre Celestial:   El zapateo de la lluvia sobre el tejado ha cesado. Gracias por esta bella oportunidad que nos brindas. Este mes, es paradójico, el agua comienza a desesperar a los habitantes de las veredas. En los noticieros, perdona mi manera de pensar, veo que no es el agua una bendición del cielo, sino una maldición. El agua arrastró con la serenidad de muchos, descendió sobre la montaña e hizo de los sueños una escalofriante angustia y arrastró la esperanza como si fuera un guijarro hasta perderlo en el lodazal. El trabajo de muchos años cayó en las cloacas, el invierno no dejaba ver el sol ni las flores que crecen en las riberas. Como en los días de Noé bajo la inclemencia del diluvio, te elevamos esta oración lacónica: Señor y Padre nuestro, por los méritos de la pasión y muerte de tu Hijo, ten compasión de nosotros y del mundo entero. Que tu Santo Espíritu, nos llene de sabiduría y serenidad para hacer frente a este invierno que nos aniquila. Nueva

Oración del día

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  Abril 23 de 2024   Señor Jesús:  T e alabo y bendigo porque te reconocemos como nuestro Padre amoroso que hace salir el sol sobre pobres y ricos. Hoy nos preguntamos: ¿Qué rastro hemos dejado en el recuerdo de los que tratamos y se siguen relacionando con nosotros? ¿Qué huella dejamos en el corazón de los que nos rodean? ¿Hay en nuestras acciones pureza de intención, optimismo, sentimientos de amor y paz?      Que imitemos tu manera de amar a Dios. Que hoy la dulzura venza el resentimiento, el perdón se imponga sobre el rencor, la solidaridad sobre el egoísmo, la humildad sobre la soberbia. Que hoy nuestra alma vea «el resplandor de su gloria» (Hebreos 1,3). Que nuestras acciones sean la incesante «alabanza de gloria» (Efesios 1,6). Digamos de manera personal: Que hoy el Señor se hospede en mi alma, así digan, que se hospedó en casa de un pecador. Que todos escuchen:” Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abrahán, porque el Hijo d

Oración del día

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  Abril 22 de 2024 Señor Jesús: Gracias por este nuevo amanecer y el milagro de mi existencia. Gracias por tu amor incondicional y tu ejemplo para que siga tus pasos hacia el Padre celestial que espera a sus hijos. Deseo comenzar este día dialogando contigo para que me guíes y bendigas cuanto haga. Tú, Hijo de Dios, recurrías a cada momento al Padre para sostenerte en pie sin vacilar. Aquella noche, víspera de la crucifixión, oraste más de una hora pidiendo al Padre que apartara de tu presencia ese cáliz, el cáliz de la angustia y del dolor, el cáliz de la soledad y la traición. Pero te entregaste a la voluntad del Padre al decir, “más no se haga mi voluntad sino la tuya.” Hoy te quiero pedir, que, si es tu voluntad, apartes de mí las preocupaciones de este día, los vacíos y desencantos que siento y me producen vértigo, los virus y bacterias que son causa de enfermedades, la soledad que me acompaña en la calle atiborrada de gentes y me des sabiduría y fuerza para hacer todo par