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Mostrando las entradas etiquetadas como Tristeza

La llama que no se apaga - Día de la independencia

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La Virtud Olvidada:  Un Llamado a Restaurar la República del Espíritu Por un país que vuelva a merecer su historia Desde los albores de la humanidad, las sociedades han erigido altares con piedras de sacrificio y fuego de esperanza, rogando por justicia y libertad. Colombia lo hizo también, y lo hizo con una vehemencia que aún estremece: doscientos quince años de raíces libertarias, sembradas por generaciones que soñaron con voz firme y caminaron hacia la utopía de la dignidad. Hoy, esas raíces crujen. Lo que antes fue ceiba orgullosa parece ahogarse bajo el musgo del olvido. En los campos de batalla retumban nombres como el de Margarita Urrea, nuestra Antígona criolla, que se negó a mirar el sacrificio desde lejos y caminó hacia él con la nobleza de quien entiende que amar a una patria implica, a veces, morir por ella. Esa llama, sin embargo, no se ha extinguido; arde aún en quienes recuerdan. Pero recordar no basta. Porque la historia no es museo, sino brújula. En tiempos donde ...

El color de la tristeza

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Hay en la tristeza un color que las miradas mimetiza y entre llamaradas se levanta. En esa polifonía de matices no canta el río sus bondades ni Helios sale a pasear en su carroza. Ese color llena de carbón el alma y hace que mueran las flores que Aurora con paciencia hilvana. Ese color tan voluble espanta porque se lleva de la sangre la pasión que entre rosales arde. Efraín Gutriérrez Zambrano Ya pueden leer Alquimia del  Amor .  Espero leer su opinión Adquiéralo en  https://www.amazon.es/dp/B083BB6BNZ

Peor que el cáncer

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Traer la corrupción a los bosques del poema es impulsar una rueda de fuego entre hojas secas. ¿Acaso no basta con los estragos que a los países hace su voracidad de dragón enardecido? Es por ella que el reloj falsea la hora de sol y la convierte en una antorcha de tinieblas. En los círculos de la política siempre muestra su risa de hiena para conquistar adeptos. Y al acostumbrarse el pueblo a ese sonido aplaude a sus depredadores con su voto. Una estela de humo es la bandera que la identifica como emisaria de tragedias. Todos conocen sus ojos de Medusa en celo pero se dejan llevar por el oropel de sus cabellos.   Mientras ella se pasee por campos y ciudades reinarán felices el hambre y la miseria. Efraín Gutiérrez Zambrano

Entre la inconformidad y la indolencia.

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Es bueno ser inconformes, pero no es lo más conveniente hacer de la inconformidad una costumbre. Hay quienes no se hallan a gusto con su estatura o con el color de sus ojos. Es difícil que alguien admita que está de acuerdo con su sueldo. En la casa nos molesta la distribución de las cosas y muchas veces deseamos tener un montón de cachivaches que llenen la sala. Para algunos son mayores los traumas y egoísmos que las ganas de vencer y escalar la cima sin desconocer a los demás. No faltan aquellos a quienes les irrita el comportamiento de su pareja o de sus hijos porque no aceptan los consejos que de ellos reciben. En fin, parece que nos sentimos incómodos hasta con nuestro rostro porque no expresa alegría. Sin embargo, existe una multitud que afirma que sin esa inconformidad no se puede esperar el progreso social y el crecimiento personal. Otra afirma que si abandonamos la inconformidad admitiremos la indolencia que es peor enfermedad. Y seguramente conoceremos a personas que dicen...

Las lecciones que el dolor imparte.

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Para el ser humano es difícil aceptar los cambios que la vida le impone. Basta con observar algunas mujeres que se resisten a colocarse los anteojos que le son formulados para leer porque dizque les disminuyen su belleza. Su vanidad no les deja comprender que negarse a su uso habitual aumentará la miopía y con el tiempo podría venir la ceguera. Y ciegas no verían la vanidad ajena ni el color de ojos que las miren.   En algunas ocasiones, cuando nos miramos en el espejo nos damos cuenta que la piel del rostro no tiene la lozanía de los quince años y esa realidad termina por deprimirnos cuando le damos tantas vueltas en la cabeza sin poder comprender lo inexorable del tiempo. Somos seres que crecemos, pero que también el tiempo disminuye con sutil caricia. Resulta más arduo aún reconocer que debemos tomar decisiones que de no hacerlo pueden causarnos la muerte. Al paciente a quien los médicos le recomiendan la amputación de las piernas a cambio de seguir con vida le es sumam...

Nunca piense que la lucha es inútil.

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No importa que esté ocurriendo en su interior o en el ambiente exterior. Pero confíe en usted mismo y en que Dios está a su lado cuando lo invoca. No tema sentir la tempestad del mundo en contra suya. Tampoco llore porque la persona que dijo que lo amaría eternamente se haya marchado. Quizás, igual que esa persona, los amigos lo abandonaron. No faltan los días en que usted se da cuenta que la lucha es inútil. Por muchos esfuerzos que haga las cosas no salen como las planea y desea. En esas ocasiones hasta se tiene la pretensión de detener la barca en que se viaja. Es que la magia de la vida se levanta como el rocío ante la presencia del sol. La felicidad se escapa como la mariposa que no se deja atrapar. Sólo la angustia lo abraza y la desesperación se apodera de sus pensamientos.  En el camino no ve más que montículos de espinas y obstáculos insalvables. Cuando llegue a estos recodos del camino no tenga miedo. Ámese a si mismo e invoque la presencia de su Creador. Solamen...
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¿Qué hacer frente al imperio del tedio? 21  de febrero de 2013 La razón, al igual que los músculos, se cansa. Cuando experimentamos que el pensamiento se vuelve lerdo es que está fatigado y le es difícil subir la empinada senda del esfuerzo intelectual. Este es un síntoma de especiales cambios en los paisajes de nuestra interioridad. Sentimos que nos cuesta trabajo reflexionar y que hemos perdido la vista y por tanto no alcanzamos a vislumbrar el horizonte que esperábamos iluminara y atrajera. La alegría como la esperanza huyen de nosotros y el espíritu se llena de angustia indefinible que nos hace insoportables hasta con nosotros mismos. Ninguna posición es cómoda y no existe placer ni para el paladar ni para la piel. Todo es sólo sed y hambre de algo pero no atinamos a saber lo que es. Los jóvenes para no fatigarse en la nominación denominan este estado como “mamera existencial.” Es el diminuto imperio del tedio que está desmantelando el alma, piensan algunos como yo. R...
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La constante es el cambio   12 de febrero de 2013 A veces nos duele el hígado o la cabeza. Nos ataca un virus o una bacteria. Estamos preocupados o alegres. Los cabellos comienzan a encanecer. La piel se deteriora y arruga. Las fuerzas nos abandonan y entramos en crisis de fe y hasta nos imaginamos situaciones caóticas que nos hacen temblar A veces nos dejan el corazón herido y sin vendas, caminamos impulsados hacia el abismo por el peso de las preocupaciones, nos sentimos alejados de todos, encerrados en nosotros mismos y hasta nos parece que el espíritu se nos enmohece y arrastramos los pies como si no quisiéramos caminar más. Poco a poco nos damos cuenta que lo que nos desmorona, como al castillo de arena cuando la lluvia cae, no son las ingratitudes, decepciones y golpes que vienen del exterior sino el agua estancada en los pozos del ser. Esa quietud comienza por olernos mal y luego sentimos que se pudre y empieza a contaminar el cuerpo y el alma.  Y todo...
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Sobre cómo combatir la tristeza 5 de enero de 2013 Hay días en que la tristeza cae sobre nosotros como una inesperada lluvia. Fatiga con su peso el cuerpo y entrega el alma al desasosiego. La voluntad abandona la paciencia y la inteligencia no encuentra ni   una duda razonable para explicar su causa. Es un sentimiento que nace en la profundidad del ser   y se extiende como la enredadera por todos los poros de la piel para tornarla lívida.     No faltan los que piensan que ella es hija del resentimiento y tal vez la más cercana pariente del remordimiento. Algunos se atreven a señalarla como la mejor cómplice de la parca. Los suicidas la recordarán allá en el limbo como su última amante. Ella se opone a la ilusión. Cuando la dejamos crecer termina estrangulándola y lanzando los despojos al yermo. En su paisaje sólo la monotonía ilumina y la desesperación se levanta como fatal espejismo. Las nubes grises de su cuerpo abultado y deforme se interponen ent...