Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2016
Lo que pasó esta semana Esta semana que termina fue una lluvia de sorpresas. El primer día, el domingo, Mathew trajo tanta agua y frío que la Colombia abstencionista ni siquiera despertó y con un empate técnico los pocos amigos de la democracia recibieron el crepúsculo. Aquellos que prepararon la celebración se tuvieron que ir a sollozar a la cama y los que esperaban mirar desde el balcón comenzaron a salir levantando las manos en señal de triunfo. Dos monosílabos dieron comienzo al bombardeo d e palabras y de imágenes en que se resumía el plebiscito. Más de una víctima recordó sus días trágicos y con ojos perdidos se interrogaba sobre el incierto rumbo que había tomado la paz. El lunes se habló de la volatilidad del dólar y de las posibles soluciones a lo que ya se había pactado como un final feliz. El martes, unos llamaban a la reconciliación y otros a la necesidad de prepararse para seguir en las montañas con los enfrentamientos armados. Al atardecer la sensatez había captado más

Del Nobel de Paz

Nunca la paz en Colombia había despertado tantas contradicciones. En épocas pasadas se anegó en plumas de palomas y en banderas tricolores sin que estos gestos conmovieran y el país siguió aportando muertos y víctimas que tenían que refugiarse bajo los aleros de la miseria. Los medios de comunicación hallaban mucho material para sus noticieros bajo los escombros de pueblos destruidos por los cilindros bomba y la paz como una peregrina perdida deambulaba por caminos y veredas hechos con sangre estéril en la fecundidad de las montañas. Hasta el incienso en las iglesias se hizo peligroso y ya nadie estaba seguro aún poniéndose bajo el amparo de Dios. Y no es una blasfemia o pregunten dónde quedaron tantos cadáveres en Bojayá. Y es que nuestro buen Padre no se mete en las mezquindades de sus hijos y respeta siempre el legado de la libertad. El no nos ataja pero si le imploramos nos puede dar fortaleza y sabiduría para sortear la dificultad, también llamada tentación o inclinación hacia
Me pregunto Ahora que el deseo vehemente de paz perdió su fuerza y que la incertidumbre cae sobre Colombia como lluvia torrencial, me interrogo sí uno de los principales líderes de la oposición y abanderando del NO, propondrá al gobierno encabezado por Santos que se incluya en los nuevos acuerdos con las FARC-EP la ley de alternatividad penal o ley de justicia y paz que benefició a los grupos armados que se desmovilizaban y confesaban sus crímenes, pero ignoraba a las víctimas. Fue esa controvertida ley la que permitió que a principios de 2009, el número de desmovilizados llegara a cerca de 50.000 distribuidos en unos 32.500 de las autodefensas, 15.000 de las FARC y 2.500 del ELN. Lástima que Colombia tenga tan mala memoria y Álvaro Uribe Vélez tanta megalomanía que la mitad de los colombianos le aplauden con ahínco . ¿Por qué a él SÏ y a Santos NO? Definitivamente el desconocimiento de la historia es nuestro gran pecado, pero que Dios nos perdone porque no sabemos lo que hacemos.
¡Qué sorpresa!  Este resultado fue sorpresa para amigos y enemigos, para pacifistas y violentos, para creyentes y ateos, para los que se afianzan en el pasado como para los que miran con optimismo el futuro, y sólo nos queda como conclusión que somos un pueblo que aún no sabe qué tipo de vida merece. Y la decisión del plebiscito del siglo XXI deja el corazón de Colombia, como siempre, partido en dos. Los líderes no tienen legitimidad y el destino de la nación colombiana quedó en la cuerda floja.

Puntos curiosos entre dos plebiscitos.

Imagen
En una de las páginas de la novela Entre leyes y amores consigné que la vida es cíclica. Hoy, en vísperas del plebiscito del gobierno de Juan Manuel Santos, veo tantas coincidencias que confirman mi hipótesis. Y nombro al presidente porque, según la Carta Magna vigente, es la autoridad competente para convocarlo. Como no me detendré en todas ellas, comencemos por las causas. Entre las del plebiscito de 1957 estaba la violencia generalizada que asolaba el país y que ya había cobrado la vida a más de veinte mil ciudadanos. El 95% lo aprobó. También se ratificaron los derechos políticos de las mujeres. Se inició el famoso Frente Nacional. En medio de este clima de tensiones y anhelo de paz se hacía necesario decretar amnistía e indulto para los responsables de las masacres y en consecuencia Alberto Lleras Camargo dictó el decreto ley Nº 328 del 28 de noviembre de 1958, mediante el cual se buscó facilitar la solución a la lucha armada. Las semiamnistías se concedieron en los s