Oración del día
2 de octubre de 2022 Padre celestial: Gracias por este nuevo amanecer y por el aire que respiro. Tú creaste los diamantes. Piedras preciosas cuyo tamaño, forma y clase los hace únicos y diferentes unos de otros. Son valiosos, pero para llegar al esplendor que reflejan, un diamantista o artesano los ha sometido a duras fricciones, a duro trabajo para pulirlos y tallarlos. Ese trabajo exige precisión, paciencia y perseverancia. El artesano los examina a cada rato para observar si cumple con sus expectativas. El ángulo de cada cara debe ser exacto para que la luz se refleje con asombrosa belleza. Así, Señor, artesano divino, actúas con nosotros. Te vales de nuestras circunstancias y problemas para cincelarnos y pulirnos, Deseas que seamos luz para ti y para otros. A veces, ese tratamiento que recibimos duele mucho. “El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero el Señor prueba los corazones”. (Proverbios 17:3). Tú nos diste la vida y deseas que seamos perfectos y tengamos ...