Oración del día
25 de febrero de 2023 Padre Celestial: En este nuevo amanecer te doy gracias por los ríos y los mares. Por el agua que apacigua mi sed. En esta mañana paseo la ribera norte del río que divide a dos municipios y dos departamentos. Veo correr el agua y escucho el lenguaje que modula al ser acariciada por el viento. El agua de este río corre durante el día y la noche, desde tiempos antiguos. El salmista me recuerda: "El río de Dios, lleno de aguas" (Salmo 65:9). El agua del río de Dios es su gracia. Ella riega incansablemente las vidas humanas con su inagotable amor. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. (Apocalipsis 22:17) ¡El río de Dios nunca se seca, pues Dios jamás dejará de amarnos! En el río de Dios no hay sequías porque Dios es eterno y permanece fiel; su amor nunca cambia. Por lo tanto, seamos quienes seamos, independientemente de nuestro pasado, cuando estemos sedientos, podemos acercarnos a sus riberas, es decir, cre...