AMIGOS DE LA LECTURA

Seis candidatos en busca de una alcaldía. Por Efraín Gutiérrez Zambrano Publicado en La Tribuna Edición 112 Tabio es un municipio rico. La gentileza y laboriosidad de sus gentes y el agua constituyen lo más sobresaliente de su riqueza. Paradójicamente el acueducto está en los programas de gobierno de los seis candidatos a la alcaldía. En cada uno de ellos hay un valor que los distingue como personas que hace reñida e interesante la competencia hacia el solio del poder. El encanto de la amabilidad es la estrategia que esgrime el liberal Pablo Enrique Camacho Carrillo, quien invita a construir el futuro de todos desde el presente.          .         . El conocimiento de los intríngulis de la cosa pública se nota en las palabras de la candidata del movimiento político Sigamos Avanzando, L uz Elena Morales Malaver. La serenidad de la humildad irradia de los ojos del representante de Alianza Social Independiente, Leonel Ríos Hernández, quien bajo el ala del sombrer

 Publicado en La Tribuna Edición 112   El consumo de drogas en los colegios atrajo la atención nacional. La intoxicación de más de una veintena de niños y la muerte de uno de ellos despertaron las alarmas. Estos hechos son parte de la costumbre de soportar tragedias anunciadas. Costumbre que evidencia el conformismo que caracteriza a nuestra sociedad indiferente frente al destino de las nuevas generaciones.  Pero la verd ad es que cada día aumenta el consumo entre los estudiantes más pequeños de la secundaria. Entre las causas del aumento de la adicción está la popularidad que la misma sociedad le ha dado a las drogas. En muchos medios de comunicación, especialmente la televisión y el cine, se hace apología a narcotraficantes y expendedores al por menor. Lo mismo ocurría con  el tabaco en los años pasados del siglo XX. En las películas y series de televisión sus protagonistas aparecían en escenas donde tabacos, licores y pipas, según el director, merecían un  primer pl

La perversidad de los malos ejemplos. Efraín Gutiérrez Zambrano Publicado en LA TRIBUNA edición 111  El pasado 20 de julio celebramos el bicentésimo quinto aniversario del grito de independencia de nuestro país. Para conmemorarlo el gobierno nacional, como es costumbre, en la mañana hizo desfilar sus tropas por las principales avenidas de la capital y la televisión transmitió a la nación pequeños detalles del acto. Este año sobresalió el esfuerzo de aquellos a quienes las minas antipersona dejaron mutilados, un gozque con sus travesuras y los regalos que llovieron. Pero al mirar detenidamente y analizar las conductas ciudadanas en tan importante efemérides, me llama la atención ver que esas escenas en la pantalla despiertan, a veces, destellos de patriotismo en pocos espectadores. Los hechos cotidianos y la forma como los colombianos celebramos esta fiesta muestra que el amor a la patria ha disminuido tanto como otros valores esenciales para la convivencia pacífica y la p

En Patio Bonito, una institución de alta calidad educativa. Efraín Gutiérrez Zambrano  Publicado en LA TRIBUNA EDICION 111 Los  nombres de los lugares cambian de manera lenta o rápida. Y los nombres cambian porque los paisajes, las circunstancias y los sueños humanos no son los mismos en todas las épocas. Hay nombres que al evocarlos representan tragedias y hay tragedias, que al superarlas, aumentan el orgullo  de quienes las soportaron y ahora  son héroes dignos de emular. Al examinar el mapa de la ciudad de Bogotá, al comenzar los años setenta el observador hallaba el nombre de Hacienda Los Pantanos en el occidente, contiguo al vetusto municipio de Bosa, ubicado en el sur. Si se hacía presencia en ese sito se podía comprobar que las calles adoquinadas o asfaltadas no existían. Las casas desperdigadas se levantaban sobre tierra reseca en verano y anegada en invierno. Llamaba la atención de los transeúntes la presencia de los muros altos de las grandes bodegas de Cora