Uno de los motivos que me impulsan a vivir.
Efraín Gutiérrez Zambrano Hay algo que maravilla en la naturaleza y el entorno cultural: la diversidad. Sabores, colores, sonidos, ideas y personas diferentes que enriquecen a quien se acerca a ese conjunto con mente abierta. Vivir esa diversidad es un privilegio de personas que rompen su egoísmo y admiten que el Otro es una oportunidad de crecer como personas con esas visiones e ideas. Ser cosmopolita libera porque saca del encierro a quien acepta el reto de ir a otras geografías, ya sea viajando o leyendo o escuchando música, y como la abeja que vuela de flor en flor, se nutre de variados néctares. Dios, creador del universo, deja estupefacto a quien admira su obra cuya esencia es la diversidad. En ese jardín que brotó de sus manos debemos ser abejas que disfrutan el vuelo para posarse sobre las diferentes formas de las flores. Particularmente, esta manera de pensar me ha permitido alcanzar el gozo inefable al salir hacia otros mundos diferentes al mío. Romper la ...