¿Dónde está la riqueza verdadera?
Siempre buscamos el esplendor, el bienestar, la vida cómoda, el éxito, la riqueza y la aprobación de los demás. Pero, Jesús, aunque nos parezca extraño quiso ser pobre para enriquecernos. Según el texto bíblico nació en pobreza absoluta: "Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre" (Lucas 2:12). Fueron los animales de la pesebrera los que le brindaron la calidez que los humanos le negamos. El mundo, y Él era el dueño, no le ofreció más que indiferencia. Fue "despreciado y desechado entre los hombres... y no lo estimamos" (Isaías 53:3). Su residencia fue nómada. De su casa nadie hizo un museo para cobrar por entrar a ver su miseria. A una persona que quiso seguirlo, le dijo: "Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza" (Lucas 9:58). Él, el Creador del universo, no tuvo bienes que permitieran etiquetarlo y darle trato de acuerdo con el valor de sus posesiones. Qu...