AMIGOS DE LA LECTURA - Efraín Gutiérrez Zambrano

  18 de diciembre de 2024 Alabemos al Señor en este nuevo día.  El Padre celestial nos puede curar o salvar, gracias a las oraciones de otras personas. Cuando estamos enfermos de gravedad no somos conscientes y no podemos invocar y suplicar a Dios nuestra salud. Lucas nos dice que unos hombres llevaron en camilla a un paralítico y no hallando por donde pasar para ponerlo frente a Jesús se subieron al techo y desde allí lo hicieron descender para que lo sanara. Pero Jesús comienza el proceso de curación -porque ve la fe de aquellos hombres- diciendo al enfermo: “Tus pecados te son perdonados.” Quienes no creen en Él piensan que blasfema, mas Jesús no se deja intimidar por su actitud hostil y pregunta: ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, ¿o “Levántate y camina”? A Dios no le preocupa la mala intención de quienes lo juzgan y no lo aceptan. Tampoco los deseos irracionales de la ignorancia porque sabe que en estas personas no puede florecer la fe. Y mucho ...

  17 de julio de 2024 Padre Celestial: Gracias por este bello amanecer. El sueño reparó mis fuerzas. Siento la brisa fría que me invita a glorificarte y a reconocerte como Luz de mi vida. Perdona mis errores. Enséñame a ser humilde y aceptar que me equivoco a diario. Dame el valor de pedir perdón si ofendo a alguno de mis semejantes. Es difícil aprender a pedir disculpas en un mundo donde se impone la apariencia y la arrogancia, pero quiero ser manso y humilde como tu Hijo, Jesús. Señor, es mi deseo pedirte que bendigas a todas aquellas personas que hoy amanecieron postradas en un hospital. Tú, autor de la vida, dales de nuevo la salud. Perdona nuestra insensatez porque cuando estamos sanos ni siquiera nos acordamos de ti. A veces, estropeamos nuestro bienestar ingiriendo lo que nos daña. Pero la salud es el tesoro más grande que nos das en cada amanecer. Que nuestro cuerpo vibre es una música maravillosa para el deleite del alma. Señor, tú eres el dueño del tiempo y de t...

  14 de julio de 2024  Señor Jesús:  En este amanecer te bendecimos y alabamos. Te reconocemos como nuestro salvador. Gracias te damos por habernos dotado de memoria. Son muchos los momentos y las personas que debemos recordar. En especial el sacrificio de tu Hijo, Jesús. “La ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre”. (Hebreos 10:10) Gracias, Señor Jesús, por haber cargado el peso de nuestras iniquidades, aunque Tú eras inocente. Fue tu voluntad que recordáramos tu pasión y muerte todos los días y en tu última cena así lo ordenaste. (1 Corintios 11:20) Aliméntanos con tu pan y tu vino para que tengamos la fuerza de tu Santo Espíritu y podamos hacer frente a las adversidades. Permite que volvamos a tu Santa Eucaristía con alegría y sin temor. Ten piedad de todos los enfermos y que tu mano sanadora se extienda sobre ellos para que recobren la salud. Amén.    

  8 de abril de 2023   Padre celestial:   Deseo saludarte como hace muchos siglos el Salmista te saludó. Uno mi voz a él, pues comparto similares sentimientos.     "Escúchame, Señor, y respóndeme, pues soy pobre y desamparado; si soy tu fiel, vela por mi vida, salva a tu servidor que en ti confía. Tú eres mi Dios; piedad de mí, Señor, que a ti clamo todo el día. Regocija el alma de tu siervo, pues a ti, Señor, elevo mi alma. Tú eres, Señor, bueno e indulgente, lleno de amor con los que te invocan." (Salmo 86: 1 -5 ) La enfermedad, a veces, nos agobia. Es parte de las pruebas y de las vivencias que sufrimos como consecuencia de los excesos; el error como los desequilibrios del cuerpo trae sus consecuencias. Las pasiones desmedidas conducen a los excesos y con ellos llegan los dolores y las carencias que producen en nosotros gérmenes malsanos, por desgracia y sin pensarlo, estos males se vuelven permanentes y en algunas ocasiones especia...

15 de octubre de 2022 Padre Celestial: En este nuevo amanecer te alabamos y deseamos pedirte perdón por todos nuestros errores. Perdona nuestra soberbia y vanidad.   Todos pecamos; y por el pecado, el sufrimiento y la muerte entraron en el mundo. “Comamos y bebamos, porque mañana moriremos”. (1Corintios 15:32). Por eso, Tú Padre, nos diste un Salvador, tu Hijo. Sabemos y afirmamos que perdonas a quien se refugia en el corazón de tu Hijo.  Danos sincero arrepentimiento de nuestra vida disoluta. “¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?”. (Jeremías 5:31) En este nuevo amanecer, Señor, haz brillar tu amor en nuestras almas y permite que seamos personas de auténtica misericordia como lo eres Tú y vayamos felices a edificar tu Reino. Padre Celestial, en este nuevo amanecer, a través de tu Palabra muéstranos tu rostro y que tu Santo Espíritu ilumine los caminos que tomemos. Gracias Dios nuestro por este gran milagro que es iniciar un nuevo día con la seguridad de tu...

  6 de septiembre de 2022 Gracias, oh, Padre, por el milagro del amanecer. Gracias por la salud. A veces sólo la apreciamos cuando en la veloz carrera de tantas actividades y compromisos la enfermedad nos detiene para que el dolor nos dé sus lecciones. Recuerdo que cuando una de las acciones médicas tenía éxito, Ambrose Paré, gran cirujano de la corte de Francia en el siglo XVI, decía al entregar el paciente a sus familiares: “Yo sólo lo curé, pero fue Dios quien lo restableció”. Paracelso, contemporáneo de él, también decía: “Los incrédulos llaman a los hombres para que vengan a socorrerlos, pero los cristianos llaman a Dios, y él les envía a alguien que les devuelve la salud, ya sea un médico o Él mismo”. Cuando nos enfermemos agradezcamos a los médicos sus esfuerzos, pero agradezcamos a Dios la nueva oportunidad que nos brinda. Nuestras vidas están en sus manos; Él tiene poder para dar la vida o quitarla. (1 Samuel 2: 6). En la Biblia se lee que cuando el rey Ezequías cayó e...