¿Por qué atacan a médicos y enfermeras esta especie de bazofia?


Para contestar la pregunta tendré que enumerar las características de esta especie que es tan peligrosa como el nefasto virus Covid 19 al cual se enfrentan los discípulos de Hipócrates.  

En los corazones mezquinos y en los cerebros huecos no hay sentido de la existencia humana que la dignifique. Pero sólo conocemos estos especímenes en los momentos difíciles que suele la vida presentar para ponerlos al descubierto. Son personas cuya pequeñez espiritual los semeja más a los animales rastreros que a las águilas que orgullosos los pueblos antiguos enseñaban como símbolo de grandeza en sus escudos y banderas. En ellos envidia, avaricia e ingratitud se unen para darles ese semblante de seres oscuros y tenebrosos cuyas acciones a los verdaderos humanos horrorizan. Algunos los confunden con los ignorantes, pero no lo son porque saben las causas de su odio avasallador como fuego de las tinieblas. Son fanáticos de la megalomanía y su infundada superioridad los conduce a la agresividad que expresan, con palabras y hechos, a las personas que los aprecian y sirven. Su carácter voluble y su filosofía relativista les facilita justificar lo indefendible en los terrenos de la razón humana. Esgrimen sus ponzoñas de alacranes en los momentos de indefensión de sus semejantes. Asesinan a sus padres o hermanos para reclamar una herencia porque consideran que la riqueza material se impone sobre la espiritual. Traicionan al amigo y lo venden por treinta monedas que es el valor de mercado de un esclavo en tiempos de Roma que los motiva en su afán de lucrarse sin tener en cuenta la necesidad ajena y el valor de lo sublime.  Acechan a sus víctimas como hienas hambrientas y no aceptan razones que los hagan cambiar de opinión porque consideran que el mundo fue inventado por ellos y nadie más tiene derecho a estar en él. Para ellos la solidaridad es una flor exótica que debe ser exterminada porque su perfume los indigesta. De la justicia solamente usan la venda de sus ojos para alterar su balanza.  Su insuficiencia neuronal no les permite apreciar el espíritu de investigación y mucho menos comprender el afán por descubrir el origen de la causa del fenómeno. A su olfato el aroma que brota de la humildad le ocasiona alergia. Sus ojos padecen tal ceguera que no se conmueven ante la belleza de los lirios que crecen entre el fango y sirvieron a los egipcios para adornar los sarcófagos por ser los preferidos de Horus.  En la actualidad están en la flor de lis, emblema de los Scouts, donde sus tres pétalos reflejan los principios orientadores (Dios, Patria y Hogar) y recuerda a todos sus miembros el imperativo de cultivar en los niños la abnegación, la lealtad y la pureza, pero en estos esperpentos megalómanos, valores y virtudes son tan escasos como el agua en el desierto.  En su falsa comodidad vital se creen originarios de Plutón y comparten con el dios griego los dominios de la muerte a los que temen como polillas a la flama.  Mas en su demencia no comprenden que aquellos a quienes atacan son los soldados que en heroica batalla enfrentan la poderosa guadaña que inventó la parca.

Pero dejemos atrás el hedor de estos zorrillos y hagamos de la gratitud un incienso que alcance a llegar a los jardines del autor de la Vida.  

A médicos y enfermeras mi admiración y mis oraciones al Dios de la misericordia para que los acompañe en esta lucha desigual. Al Padre de Nuestro Señor Jesucristo pido fortaleza para resistir de pie hasta ver el amanecer donde se anuncie la victoria, pues, de mi sangre brotaron un médico y una enfermera que están allí en la primera línea del combate.

Efraín Gutiérrez Zambrano                 


Comentarios

  1. Mejor explicado, imposible.gracias por prestarnos las palabras que no encontrábamos para explicar semejante actitud.

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