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Mostrando las entradas etiquetadas como #memoria

La Escombrera

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  Donde la memoria se excava Fue el barro el que sepultó a Armero, pero en La Escombrera fueron hombres sin alma. Así comienza la voz de quien recuerda, de quien no olvida, de quien exige. Porque si el desastre natural de Armero fue una tragedia sin culpables humanos, lo ocurrido en La Escombrera, en la Comuna 13 de Medellín, es una herida abierta que sangra por la acción deliberada de quienes decidieron enterrar cuerpos y verdades bajo toneladas de escombros. Allí no hubo lodo, sino silencio. No hubo avalancha, sino omisión. Y ahora, dizque —dijo una voz que no entiende esto de perder trágicamente a un hijo, un hermano, un esposo— los familiares reclaman lo que no les pertenece: el derecho a la memoria, a la verdad, a la justicia. El duelo como campo de batalla Qué vergüenza que el duelo sea también objeto de la lucha política. Que los muertos no sólo salgan a   votar, sino que los oculten para no influenciar la opinión de los que desean ir a las urnas. Es repudiable d...

La República de las Sombras

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     La República de las Sombras “Pan y espectáculo digital, eso quieren; libertad, eso temen.” En la plaza no hay ciudadanos: hay seguidores. Cada discurso, un filtro. Cada promesa, un hashtag. Los próceres de hoy no montan caballos, se deslizan en camionetas blindadas, custodiados por likes y escoltas. ¿Y el Senado? Un mercado de vanidades. Cúpulas de mármol con ecos de sobornos. Ya no se legisla por justicia, sino por encuestas, patrocinadores y conveniencia. Los jueces visten toga y la esconden bajo la túnica del negocio. La balanza de la justicia ahora pesa lo que dicta una llamada. Y si hay escándalo, se lava con ruedas de prensa y amnesia colectiva. Mientras tanto, el pueblo… come titulares recalentados y opina en comentarios, con furia de teclado pero miedo de calle. Los héroes de ayer murieron gritando "¡Libertad!", hoy se susurra “Mejor no meterse”. Los Amos del Eco “Hoy no se informa: se entretiene. Y si se indigna, que sea con música...

La loma de los vientos

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  Esta novela nació como un canto. Un canto a las mujeres que enseñan sin permiso, a los niños que escriben su nombre como acto de rebeldía, y a los pueblos que resisten sin hacer ruido. La Loma de los Vientos no es solo una historia: es una memoria sembrada. Y como toda semilla, espera lectores que la hagan florecer. En una Cartagena colonial marcada por la esclavitud, el comercio y el silencio impuesto, una niña disfrazada de grumete llega en busca de su madre. Su nombre es Isadora. Lo que comienza como una búsqueda personal se convierte en una revolución silenciosa: la palabra como semilla, la memoria como arma, la educación como acto de libertad. A través de libretas escondidas, canciones heredadas y comunidades invisibles, Isadora y quienes la rodean —mujeres, niños, ancianos, fugitivos— construyen una red de resistencia que no necesita fusiles para cambiar el mundo. Desde los callejones de Cartagena hasta los palenques ocultos en las montañas, esta novela traza el mapa d...