La Escombrera
Donde la memoria se excava Fue el barro el que sepultó a Armero, pero en La Escombrera fueron hombres sin alma. Así comienza la voz de quien recuerda, de quien no olvida, de quien exige. Porque si el desastre natural de Armero fue una tragedia sin culpables humanos, lo ocurrido en La Escombrera, en la Comuna 13 de Medellín, es una herida abierta que sangra por la acción deliberada de quienes decidieron enterrar cuerpos y verdades bajo toneladas de escombros. Allí no hubo lodo, sino silencio. No hubo avalancha, sino omisión. Y ahora, dizque —dijo una voz que no entiende esto de perder trágicamente a un hijo, un hermano, un esposo— los familiares reclaman lo que no les pertenece: el derecho a la memoria, a la verdad, a la justicia. El duelo como campo de batalla Qué vergüenza que el duelo sea también objeto de la lucha política. Que los muertos no sólo salgan a votar, sino que los oculten para no influenciar la opinión de los que desean ir a las urnas. Es repudiable d...