30 de mayo de 2023
Padre, te alabo y glorifico porque tú eres
mi fuerza y no puedo iniciar la jornada sin elevar una plegaria de gratitud a
quien todo me da en cada instante de mi vida. Necesito de tu palabra para
instruirme y aprender a discernir entre lo conveniente y lo importante, entre lo
efímero y lo trascendente, ente las cosas de este mundo y la beatífica visión
del cielo. Que tu Santo Espíritu me llene de sabiduría para que, como el sol,
pueda vencer las tinieblas y brillen mis obras (libros) porque son el incienso
que te ofrezco. Tú eres mi fuerza y gracias a ti mi alma se entusiasma y salta
de gozo al saludar a mi hermano en quien reconozco tu rostro. Tú eres mi
fuerza, la que necesitan mis manos y mi cuerpo para trabajar en la construcción
de tu reino. Tú eres mi fuerza y mi columna en quien me apoyo para no caer.
Gracias Señor por estar a mi lado y
sostenerme en los momentos de debilidad. Gracias Señor por esta nueva luz que
indica el comienzo de la jornada y me invita a suplicar tu ayuda. Soy débil y
sólo con tu bendición podré culminar el camino que Tú Hijo nos señaló para
llegar a ti. Que mi alma no desfallezca por falta de fe y que en mi corazón
brote la bondad como torrente al acercarme a quien te necesita. Sólo así mis
hermanos entenderán que Tú eres mi fuerza y es en tu nombre, y en el de tu
Hijo, Jesús, que mi vida y este día se iluminan. Amén.
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