Oración del día
13 de junio de 2024
Padre celestial:
Gracias por estas luces del alba y por la vida que me otorgas. Tus preguntas no las puedo responder, pero creo en tu amor. Dame sabiduría para comprender tu santa voluntad.
“¿Dónde estabas tú cuando yo
fundaba la tierra? (…) ¿Cuándo alababan todas las estrellas del alba, y se
regocijaban todos los hijos de Dios?”. (Job 38,4-7).
Tu majestad y poder se muestra
en toda la obra de la creación. Así que no tenemos excusa para no aceptarte
como nuestro Dios y Señor. Pero tú nos maravillas porque enviaste a tu Hijo
amado a servirnos y a enseñarnos que para ser grandes tenemos que servir a
nuestro hermano necesitado y pequeño. Danos hoy la aspiración de Dios, el
servicio como camino hacia ti. Jesucristo, nuestro maestro y salvador, en la
última cena nos dio el ejemplo al lavar los pies a sus discípulos. Con ese acto
de humildad y sumisión al Padre nos preparó para recibir el Espíritu de Amor,
para que, según la expresión del discípulo amado, vivamos «en comunión» contigo
Dios uno y trino. (1Juan 1,3).
Gracias Señor Jesús, por tu
servicio y ejemplo de verdadero amor. Que hoy nuestras almas escuchen tu voz y
vivamos como uvas unidas al sarmiento. Que entendamos que tú, Hijo de Dios, nos
liberaste de la esclavitud del pecado y el precio de nuestro rescate fue tu
sangre derramada en la cruz. Padre celestial, sólo creyendo en el sacrificio de
tu Hijo podremos acercarnos a ti limpios de pecado, pues, hemos lavado nuestras
almas en la sangre del Cordero de Dios. (Hebreos 2: 9-10). Señor, limpia
nuestra alma, sana nuestro cuerpo y serena nuestro corazón. Amén.
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