Oración del día
14 de junio de 2024
Padre celestial:
Agradezco tu generosidad al llamarme a la vida. Te alabo porque eres mi refugio y esperanza. En tu Palabra medito.
Recuerdo en este amanecer que
Jesús caminaba a orillas del lago de Genesaret cuando vio a dos pescadores,
Pedro y Andrés, que preparaban sus redes para iniciar su trabajo. “Venid en pos
de mí, les dijo, y os haré pescadores de hombres”. Los humildes pescadores lo
dejaron todo y lo siguieron, nos dice el Evangelio. ¡Qué poder el de Jesús para
atraer con la fuerza de su palabra! Ellos debían primero aprender el amor de
Dios y así prepararse para iniciar la misión a la cual fueron llamados. Lo
siguieron para aprender de la manera de ser y hablar de Jesús.
No todos estamos dispuestos a
dejarlo todo para seguir a tu Hijo, Padre amado. No todos vemos «el resplandor de su gloria» en sus
palabras. (Hebreos 1,3). No todos estamos dispuestos a obrar de manera que
nuestras acciones sean la incesante «alabanza de gloria» (Efesios 1,6).
Digamos en este día en forma
muy personal: Dame, Señor, la sabiduría y la fuerza para seguirte y hacer de mi
vida una oportunidad para servir a los demás y guiarlos hacia tu reino de amor.
Te lo pido en nombre de tu Hijo amado, Jesús. Amén.
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