Preguntas y respuestas sobre religión y diversidad cultural
¿Cuáles son los
compromisos que tiene la Iglesia con Latinoamérica en términos de
interculturalidad e interreligiosidad?
Son varios
los compromisos, pero solo me referiré a uno en particular: la opción por los
pobres. Ese
“capricho” de Dios, hacia los “pequeños, los débiles, los insignificantes”. En
las Escrituras hallamos varios ejemplos. “La misma gente de la tierra se ha ocupado en un proyecto de
defraudación y ha efectuado un arrancar en robo, y al afligido y al pobre han
maltratado, y al residente forastero han defraudado sin justicia” (Ezequiel 22:29).
En consecuencia, hoy habría
que hablar, de “los pobres” en el sentido bíblico, una teología de la opción
por los pobres que tenga como manantial la justicia. Pero una ajusticia que
brote del Amor y Misericordia de Dios y no de la fuente canónica. Una verdadera
“opción”, una toma de partido disyuntiva y excluyente desde la convicción y no
desde la diversidad cultural, una opción fundada en la misma naturaleza de Dios
que se define como Amor. (1Juan, 4:16) Esta sería una tesis que habría que
reflexionar y profundizar para no caer en el error del simple discurso
posmoderno que todo lo quiere reducir a lo efímero, lo pequeño, lo simple, lo
que no exija compromiso y sí mucho placer.
Jesús
advierte en la parábola del buen samaritano que un sacerdote y un levita vieron
a un hombre herido, pero siguieron por el otro lado del camino en vez de
detenerse a ayudarlo (Lucas 10:30-37).
Los Evangelios
muestran que Jesús comprendía muy bien las dificultades de los pobres. Se
compadecía de las gentes de su tiempo al verlas como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36). Al ver a la viuda pobre Jesús manifiesta que
no le impresionan las cuantiosas dádivas de los ricos, que dan “de lo que
les sobra”, sino que lo que conmovió el corazón de Jesús fue que esa viuda
pobre “echó, de su indigencia, de lo que necesitaba para vivir” (Lucas 21:4).
Aunque vivía en
el cielo, abandonó su lugar para ser un pobre más por causa de nosotros” (2 Corintios 8:9). Jesús no sólo se compadeció de
los pobres, sino que se interesó personalmente por sus necesidades. Él y sus
apóstoles ayudaban a los israelitas necesitados (Mateo 26:6-9; Juan
12:5-8; 13:29). Jesús animaba a quienes querían seguirle a
reconocer las necesidades y penalidades del otro. A un joven rico le dijo:
“Vende todas las cosas que tienes y distribuye el dinero que recaudes entre los
pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; y ven a seguirme”. Pero esta persona
demostró que prefería sus posesiones más que amar a Dios y al prójimo, es
decir, no poseía las cualidades de un discípulo
de Jesús (Lucas 18:22, 23).
¿Cuáles son los retos que
tiene la ERE con la interculturalidad e interreligiosidad?
De acuerdo con lo anterior el cristiano verdadero debe salir
de su zona de confort e ir a evangelizar en los entornos donde el amor y la
justicia de Dios escasean. “Estamos llamados a reconocer y promover la
primacía de la unidad de la historia humana donde acontece el reinado de Dios
iniciado por Jesús de Nazaret y sostenido por su Espíritu que “ha sido
derramado sobre toda carne” (Is 65,17; Hch 2,17). A partir de este rumbo
teológico claro, la teología elabora hoy la recién mencionada interpretación de
los signos de los tiempos en los contextos y escenarios nuevos de la
globalización, donde las víctimas de diversa índole son la nueva expresión de
la exclusión global”.
La
globalización fue un imperativo del capital que gobierna este mundo. Una
estrategia para ampliación de los mercados. Es un mecanismo que separa pueblos
y personas por la avaricia que forma parte de su esencia. A esta estrategia
consumista se debe agregar una ciencia y tecnología que avasalla a la clase
obrera que cada día encuentra menos espacios donde vender su fuerza laboral.
Sin trabajo el consumo disminuye y la violencia se acrecienta. El abismo entre
pobres y ricos se intensifica y profundiza. A la juventud le cercenan la
esperanza y a la vejez la condenan a la humillación de la miseria con el
espejismo de una jubilación que degrada la dignidad humana.
Ante
este panorama caótico e inhumano se necesitan verdaderos profetas que anuncien
el plan salvífico de Dios y denuncien la injusticia que la sed de riqueza
impulsa con sus prácticas bursátiles. Si la humanidad entendiera que Dios desea
que todos se amen y compartan el destino de muchos cambiaría. Desde una óptica
honesta se puede describir ese destino humano como verdadero infierno. Sin
trabajo y sin esperanza la angustia carcome el alma y el hambre, los
huesos.
¿Qué otros
elementos además de la interreligiosidad y la interculturalidad deben acompañar
a una ERE con identidad latinoamericana?
Ante
ese mundo caótico y salpicado de injusticias sólo la fe puede dar esa unidad
que venza la pluralidad hedonista y vacua. Sin la presencia de Cristo en
nuestras realidades diarias el mundo es una argamasa informe, incolora y sin
sentido. Debemos reflexionar para vencer esa rutina que empalaga y conduce a
las riberas de la nada.
“De
ahí que una pregunta teológica fundamental, que dota de identidad y sentido
propios a este quehacer, sea el discernimiento del paso salvífico de Dios hoy,
es decir, cómo experimentar, pensar y anunciar al Dios de la vida en estos
procesos y escenarios de muerte en los que la liberación se traduce hoy como la
búsqueda de la reconciliación de la humanidad dividida y de la creación
sometida al despojo, por medio de la práctica de la justicia”. (1)
Discernir
implica la sabiduría y la sabiduría sólo procede de Dios. No se le debe
confundir con el conocimiento que es el producto de la investigación humana. La
sabiduría es un don de Dios para la persona humilde que reconoce su limitación
y su fragilidad. Es necesario poseer
discernimiento espiritual para la vida diaria. Dios explica que está a punto de
enviar a su pueblo al cautiverio porque carece de discernimiento: “Porque no es pueblo de discernimiento,
por tanto su Hacedor no le tendrá compasión, y su Creador no tendrá piedad de
él”. (Isaías 27:11) Sin discernir no podemos seguir los senderos de Dios y
mucho menos darnos cuenta que el único que nos puede conducir al Padre es su
Hijo Jesucristo.
Discernir implica distinguir la verdad del
error. Esa evidencia sobreviene cuando aceptamos a Dios como nuestra guía y
reflexionamos sobre su Palabra. Es mediante la oración como podemos pedir a
Dios el discernimiento, dádiva que nos permitirá obrar el bien y evitar el mal
porque tenemos claridad sobre el camino a seguir. Salomón clamó a Dios de la
siguiente manera: “Da,
pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para
discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este
pueblo tuyo tan grande”.
El discernimiento es consecuencia de la
sabiduría y la sabiduría es uno de los mejores regalos que Dios hace a quienes
lo invocan con sincero corazón.
Bibliografía:
(1)
50 años Medellín Segunda
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
Pontificia Universidad Javeriana ©
Facultad de Teología Bogotá, abril de 2018
Es de pensar que muchos creyentes piensan que sólo por ir a la Iglesia han de hacer mucho por el mundo,pero en este mundo posmoderno donde encontramos una diversidad cultural y una intereligiosidad vemos algo a lo cual le damos menos importancia y es la pobreza,de hay se ve la otra cara de este mundo y nosotros como seres razonables y más como creyentes debemos ayudar a quien realmente ha de necesitarlo y aunque Dios nos haya dado el libre albedrío debemos aplicar el discernimiento como fuente de sabiduría
ResponderEliminarDiscernir es consecuencia de la sabiduría que debemos pedir a Dios todos los días.
EliminarLa humanidad ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia, y, para cada persona estos cambios pueden ser buenos o malos dependiendo de la perspectiva en la que se analiza. Si nos enfocamos en la religiosa, podemos notar que la humanidad se ha alejado de Dios de tal manera que para algunos el estar con Dios es más una obligación que cualquier otra cosa. Por ende no es absurdo decir que las cosas que Dios nos mandó a hacer (como lo es ayudar al prójimo) no las estemos realizando, pues la mentalidad de muchos es: con ir a misa ya me basta.
ResponderEliminarY con ir a una misa no basta... es necesario amar al prójimo.
EliminarNos hemos desviado del camino o de la razón por la cual hemos venido aquí... Tal vez todo por el simple hecho de creer que podemos hacer todo solos... pero no es así, ya que ante todo Dios debe de estar en todos nuestros planes, pidiendo en El todos los días, pidiendo una orientación que bendiga el camino por el cual estamos yendo, pero mas que pedir, debemos dar gracias a el, por darnos a durante todo el tiempo que la humanidad ha existido muchas cosas y por nunca dejarnos solos.
ResponderEliminarInvocar a Dios para entregaros a Él todos nuestros proyectos es de seres prudentes. Sigue así tu camino hacia la Gloria.
EliminarDefinitivamente el discernir es la clave para llevar una vida exitosa, guiada por Dios primordialmente. Para ello uno de los primeros pasos es el salir de esa zona de confort que tanto nos cuesta y nos impide vivir plenamente.La evolución y los cambios que adquirimos al paso del tiempo no son excusa para actuar de una mala manera alejada de los caminos de Dios. Estar satisfecho al dar, más que cuando se recibe es sinónimo de la gratitud y la madurez espiritual que poseemos. . Vinimos al mundo principalmente para servir al prójimo porque como dijo la madre Teresa de Calcuta “ El que no vive para servir no sirve para vivir”
ResponderEliminar¿Esa cita sí corresponde a la madre Teresa de Calcuta? La cita exige, desde la academia, la fuente bibliográfica. Tenga en cuenta la sugerencia para próximas intervenciones.
EliminarEl error de nosotros como seres humanos es priorizar otras cosas ante Dios y el negar nuestros orígenes. El ser una persona creyente Implica un compromiso con la iglesia, No solo es profesar y andar diciendo "Soy católico/a" Hay la necesidad de renovar esta fe mínimo cada domingo, el demostrar que de verdad pertenecemos a una religión y que somos fieles devotos de ella. No cabe duda de que nuestra cultura se distancia cada vez mas de la religión, por el pensamiento erróneo de que todo podemos hacerlo por nuestra propia cuenta sin ayuda de nadie. Solo queda por esperar las consecuencias de estos actos, los cuales nos ayudan a avanzar mas hacia la ignorancia y no a la sabiduría.
ResponderEliminarEso es santificar las fiestas. Cumplir con la voluntad de Dios.
Eliminarpara mi pensar pueden existir cosas mas importante de suma importancia pero llevando a Dios en todo lo que hacemos, porque todo debe ser en agrado a el y debemos buscar la forma de acercarnos a el cuando se de el tiempo pero todo esta reflejado en nuestras acciones
ResponderEliminarla historia nos ha enseñado como en ocasiones, hasta el mensaje mas revolucionario y prometedor puede ser corrompido hasta el punto de olvidarse de lo que realmente nos quiere transmitir, en este caso, el mensaje que dios y su hijo nos entregaron hace tanto tiempo, fue abandonado con el pasar de los siglos y lamentablemente, seria usado como una sucia escusa para aquellas personas que prefieren parecerse a un santo cuando en realmente encarnan el papel del diablo. dotes tales como la sabiduría y la justicia, serian alejados de sus verdaderos fines y seria usados como el mecanismo para aplastar a aquellas personas que dios tanto nos encomendó defender, siendo un triste ejemplo la época del oscurantismo, donde la iglesia, aquella que tenia el deber de esparcir la palabra de dios, se dedico únicamente al dominio y la inposicion sobre los mas débiles.
ResponderEliminarEn la época de hoy en día la humanidad ha tenido un gran cambio con respecto a Dios, ya que desde el momento en el que el hombre quiso cambiar la teocracia para dejar de adorar a Dios y empezar a adorar a un hombre que en su gobierno iba a hacer lo que quisiera con el pueblo, la gente se ha alejado cada vez mas del camino de Dios y esto se ve muy reflejado en todos los ambitos. hoy en did se ven muchas personas que dicen que son muy religiosas, que ella van por el camino de Dios, por el simple hecho de que van a la iglesia, y esto es un pensamiento erróneo ya que esas personas están predicando y cometiendo el error de no aplicar lo que aprenden de Dios
ResponderEliminarEs correcto lo que dices. El hombre se alejó de Dios para servir al hombre.
EliminarNo hay duda de que nuestra cultura se aleja cada vez mas del camino de Dios, solo por creer que con decir "Soy católico/a" no significa que lo sea, Para ser una persona católica hay que estar entregados completamente a Dios, Ser fieles devotos de su fe y por lo mínimo renovar esta cada domingo asistiendo a eucaristía Y cumpliendo las obras de misericordia. La humanidad al día de hoy tiene el erróneo pensamiento de que todo lo podemos hacer solos, de que no necesitamos la ayuda de nadie (en especial de Dios) para realizar nuestros proyectos. Solo queda por esperar ver cuales serán las consecuencias de nuestros actos, ya sea aquí en vida o en algún otro lugar etéreo
ResponderEliminarHoy en día vemos con preocupación, el hecho de creernos seres íntegros por decir que creemos en Dios.
ResponderEliminarLas viejas y sanas costumbres que nos inculcaron desaparecieron, anteriormente en nuestra sociedad se compartía, lo mucho y lo poco con nuestros semejantes, hoy en día no sabemos ni quien vive a nuestro alrededor mucho menos nos preocupamos por las necesidades del prójimo no hay hermandad ni vocación de servicio al contrario estamos bajo una sociedad que disfruta del mal ajeno se envidia a las personas más afortunada y se goza al ver a otros más vulnerables.
En el afán de alcanzar el “éxito” ha hecho que la desigualdad se amplié no importa que para alcanzar nuestros objetivo se tenga que pasar por encima de los demás y hasta quebrantar los buenos principios que nos infundieron para culminar quiero citar una reflexión que llego a mí y opina que es muy apropiada con respecto al tema.
“Un joven le pregunta a sus padres, tíos, abuelos ¿Cómo ha podido vivir antes? Sin tecnología, sin internet, sin computadoras, sin drones, sin bitcoins, sin celulares, sin Facebook, sin…
El abuelo tomo la palabra y le respondió: pues mira querido nieto. Igual que tu generación vive hoy… sin oraciones, sin dignidad, sin compasión, sin vergüenza, sin honor, sin respeto, sin personalidad, sin carácter, sin amor propio, sin modestia y sin honra”.
Buena reflexión. Excelente el ejemplo.
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