Día de la independencia

 




En este día de la independencia quiero recordar al poeta antioqueño Jorge Robledo Ortiz con estos versos que me sirven de introducción: “Cómo duele la vida cuando alzas tus palabras sin caridad ninguna contra mi corazón”. Son palabras que nos transportan al valle de la desolación. Hemos hecho de la vida una senda dolorosa. Dolorosa porque nos cuesta compartir, hacer justicia, valorar lo noble, defender la rectitud y sobre todo, servir con alegría como lo hace la violeta. Algunos, para quedar bien, muestran la belleza de su jardín a los ciegos y dicen verdades en voz baja a los sordos. Con esas acciones creen limpiar su conciencia y así salir tranquilos a caminar las calles donde los residuos asquean por falta de amor al suelo que nos vio nacer, van al tribunal a escuchar que se condena al que roba una manzana, pero se absuelve al que se lleva a sus bolsillos el presupuesto de la salud y la educación. Después sus comentarios son pruebas de su indiferencia y complicidad. Nadie desea meterse en problemas por denunciar lo que está mal. Somos permisivos con quienes ocasionan el mal de todos. Perdimos la fe en el suelo que nos vio nacer, nos disgusta escuchar la música que nos legaron nuestros abuelos. El patriotismo se volvió un valor anacrónico. Algunos hasta lo convierten en objeto de burlas. Es necesario una orden judicial para que la bandera brille en la ventana de la casa. El ejemplo del buen hablar desapareció de las emisoras y la vulgaridad campea en cada amanecer como algo digno para alimentar a niños y jóvenes. Los bailes perdieron sus colores y en sus movimientos se observa la perversión. Tres cosas que muchos olvidan es que la música buena, los valores del ser humano fundamentales, el respeto a nuestros semejantes no puede pasar de moda para que la sociedad humana subsista. En la escuela el compromiso con el ambiente es un discurso, pero en la vida diaria nadie encuentra la belleza de la vida en el agua. Quizás de esta manera no estamos haciendo absolutamente nada por construir un país solidario, justo y en paz.

Pero es necesario ser valientes y tomar decisiones que, aunque duelan nos ayuden a construir un país digno, justo y solidario con los débiles y pobres para que florezca la paz que anhelamos.    

Efraín Gutiérrez Zambrano 20 de julio de 2024

Comentarios

Entradas populares de este blog

Oración del día

Oración del día

Oración del día