Oración del día
13
de diciembre de 2024
Señor Jesús:
Cuando llueve
torrencialmente y con tormenta eléctrica en el aeropuerto son suspendidos los
vuelos. Sólo se ve un cielo gris amenazante que contagia tristeza al corazón. Pero
al cesar la lluvia nuevamente se puede admirar el sol brillando y se aprecia
alegría en todo el paisaje. Así pasa en nuestras vidas: El cielo gris son las
innumerables dificultades, preocupaciones, desacuerdos y frustraciones que
oscurecen nuestro diario vivir. La inseguridad en las calles, la inestabilidad
económica que produce el desempleo, el desprecio a la persona humana y a la
vida que todos los días reportan los diarios preocupan y entristecen a quienes
directamente afectan.
Pero tu palabra
es oportuna y nos da animo: “Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda
manera. El Señor sea con todos vosotros. (2 Tesalonicenses 3:16) Nosotros
tenemos una esperanza viva en ti, Señor. A veces sufrimos la presión de las
personas insensibles al sufrimiento ajeno. Nuestro cielo se vuelve azul cuando
nuestra fe descansa en ti, cuando oímos que nos dices: "No temas, porque
yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios" (Isaías 41:10). Lo
que disipa nuestra angustia es la fuerza que tu Santo Espíritu nos da, pues en
nosotros mismos no hay fuerza que mitigue tanta incertidumbre y desasosiego. Las
dificultades, como la lluvia se comienzan a evaporar cuando las ponemos en tus
manos. Dios Todopoderoso y Padre nuestro, gracias por la vida de tu Hijo amado,
quien nos libera del mal que nos rodea y nos llena de confianza y paz.
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 7). Creemos en tus palabras y
así esperamos tu liberación. Ven pronto, Señor Jesús. Amén.
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