Oración del día
22 de diciembre de 2024
Vamos camino al pesebre. Queremos contemplar el rostro de tu Hijo amado. Ayúdanos a seguir el camino y permite en este amanecer que meditemos y comprendamos lo que pensamos y hacemos.
Algunos dicen: “Comamos
y bebamos, porque mañana moriremos”. (1 Corintios 15:32). Otros no tienen
preocupación diferente a la del fútbol. Un año de competiciones son llamativas
y apasionantes para ellos. Pareciera que «lo más importante de la vida es el
fútbol». Sentarse en la gradería de un estadio y observar cómo se deslizan los
jugadores persiguiendo el balón los hace felices. Pero ese partido inolvidable
¿puede por sí solo colmar nuestras aspiraciones más profundas? ¿No nos hace
olvidar que debemos buscar un sentido a nuestra vida y una felicidad que
trascienda? Vivir lejos de Dios y sin preocuparse por sus palabras hace que la
monotonía conduzca al hastío. El ser humano está turbado y muy a menudo
demuestra con sus acciones que es infeliz. Todo lo que se hace para olvidar las
penas y fracasos lo prepara para un despertar mucho más doloroso y cuando tenga
que comparecer ante Dios, juez soberano será tarde para contestar la pregunta
del profeta: ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? (Jeremías 5:31).
Señor, danos la paz que
prometiste a tus discípulos. Enséñanos que en la brevedad de un día no debemos
se egoístas y concédenos llegar a tu Reino. Te lo suplicamos en nombre de tu
Hijo amado, Jesús. Amén.
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