Oración del día

 

4 de diciembre de 2025

 

Señor:

 

Tú siempre nos hablas de diversas maneras. Tienes muchas cosas que decirnos. A lo largo del Antiguo Testamento se repiten tus palabras: "Así dijo el Señor".

“En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende”. (Job 33:14)

Pero ¿quién quiere escuchar la voz de Dios? Aún hoy nos sigues recordando que debemos cumplir tus preceptos. En el Nuevo Testamento "nos ha hablado por el Hijo" (Hebreos 1:2), quien vino a la tierra a convivir con nosotros y a morir en el madero de la cruz para llevarnos a la vida eterna. En Juan 1:14, tu Hijo es llamado "el Verbo" (la Palabra). Sin embargo, aunque la gente se maravillaba de "las palabras de gracia que salían de su boca" (Lucas 4:22), las escucharon, pero no las tuvieron en cuenta. "¿Por qué cuando vine, no hallé a nadie, y cuando llamé, nadie respondió?" (Isaías 50:2). No obstante, algunos escucharon su voz. Jesús respondió a una samaritana que esperaba al Mesías: "Yo soy, el que habla contigo" (Juan 4:26). Ella escuchó y creyó. Jesús dijo a un ciego, a quien sanó: "¿Crees tú en el Hijo de Dios?". Él le respondió: "¿Quién es, Señor, ¿para que crea en él?". Jesús le dijo: "Pues le has visto, y el que habla contigo, él es". El ciego le respondió: "Creo, Señor; y le adoró" (Juan 9:35-38). A una mujer que estaba llorando al pie de su tumba, Jesús simplemente le dijo: "¡María!". Y le confió el maravilloso mensaje de la resurrección.  (Juan 20:16-17). Hoy, en este nuevo día, Jesús se dirige a nosotros: "Ven, sígueme" (Marcos 10:21). Yo quiero responder como tus discípulos: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Juan 6:68-69). “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. (Romanos 10:9).

Señor, aumenta mi fe y dime qué deseas de mí. Concédeme el privilegio de sentirte en lo profundo de mi corazón y que escuche tu voz y ponga en práctica tus palabras. Amén.