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Mostrando entradas de julio, 2024

Oración del día

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  3 de julio de 2024   Señor Jesús:   Gracias Señor, por este día que me brindas. Enséñame a establecer las prioridades que te agradan. Tú que eres ejemplo supremo de renuncia ayúdame a comprender tus palabras: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígueme”. (Mateo 16:24) Que tu Santo Espíritu guíe mis pasos. Ayúdame a seguir adelante. Enséñame a ser paciente y esperar que se cumpla en mí tu santa voluntad. Cubre a mi familia con la preciosísima sangre de tu Hijo. Sana mis heridas y limpia mi alma. Dios mío, eres mi esperanza. Sé que de ti vendrá mi salvación. Ven pronto que desfallezco y sin tu presencia es muy difícil soportar el peso de mi cruz. Aumenta mi fe y ten piedad de quien invoca tu protección y en tu corazón se refugia. Amén.  

Oración del día

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  2 de julio de 2024 Señor: Gracias por darnos la oportunidad de abrir los ojos y contemplar los planes que tienes para nosotros. Te pedimos, en este nuevo día, cuides de las personas que no tienen trabajo y protejas a nuestras familias Ten piedad de tu pueblo, Señor. Perdona nuestra intolerancia. Muchos han muerto inútilmente, dicen. Danos sabiduría para comprender los signos de tu gloria. Cuando Tú devuelves la vista al ciego, nos indicas que Tú eres la luz de mundo. (Juan 8: 12) Cuando resucitas a Lázaro, tu amigo, nos demuestras que Tú eres la resurrección y la vida (Juan 11:25) Enséñanos a comprender aquellas palabras que diriges a Martha: “Si crees, verás la gloria de Dios.” (Juan 11:40)      Ten piedad de tu pueblo, Señor. Perdona nuestra indiferencia con las familias que claman justicia. Perdona nuestra injusticia al acaparar y negar el bienestar a otros con nuestro egoísmo.   Dios mío, necesitamos tu misericordia. Bendice y protege a las personas que por luchar por

Oración del día

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  1 de julio de 2024 Señor: Cada despertar es una oportunidad para decirte gracias por la vida y la salud, por ser nuestro amigo, pero sobre todo por tu bondad y misericordia. Sin embargo, no niego que amo la vida. A veces, olvido que los placeres que la vida ofrece se acabarán. Nada me podré llevar de las cosas que me rodean y que defiendo como si formaran parte de mi cuerpo. Es difícil aceptar lo que el apóstol Pablo, estando en la cárcel, escribió: “Deseo partir y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor”. (Filipenses 1:23). Ayúdame a comprender que el deseo compulsivo de poseer y rodearme de cosas materiales hace más pesada mi existencia y dame la sabiduría para comprender que debo compartir con el necesitado. Serán mis buenas obras las que me pueda llevar en la hora en que Tú me llames. Perdóname porque los placeres de este mundo me enceguecen y no me dejan verte. Esa avaricia me enferma, pero no me doy cuenta. Por eso hoy me acerco a Ti, Señor Jesús, como ese leproso qu