Oración del día
23 de octubre de 2024
Padre Celestial:
Hoy me
siento como el vástago que arrastra el río crecido. Soy quien sufre esa
turbulencia sin poder decir cuando cesará su afán de golpearme y aumentar la
angustia que crece como volcán. Esa violenta fuerza arrebató la sonrisa de mis
labios. Pero en ti me refugio y comienzo a sentir serenidad a medida que medito
tus palabras y preceptos. Me doy cuenta de que eres un Dios vivo. Sé que
escuchas mis plegarias y cuando, ni siquiera lo espero, me respondes. Pero me
pides fe y paciencia para que puedas realizar en mí los milagros que te pido.
Perdóname por exigirte respuestas inmediatas. Perdóname por no aceptar el
silencio en que me hablas. Estoy enseñado a convivir con la algazara y con el
ruido. Por eso a veces pasa el día sin que me acuerde de Ti y te llame a
caminar conmigo. Pero hoy deseo que entres en mi vida y la hagas florecer. Tú
eres un Dios vivo y de Ti fluyen los manantiales de la salud y de la vida. Tú
puedes devolverme la sonrisa y anegar mi casa de bendiciones. Que hoy sea un
día en que proclame que Tú eres mi guía y salvador. Que la angustia desaparezca
y que tu presencia real ilumine mis acciones. Que en ellas mis hermanos vean
que Tú eres un Dios de vida que acoges a quien a ti se acerca. Que hoy en mi
ser se hagan realidad tus palabras de misericordia: levántate y anda. Amén.
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