Oración del día
27 de octubre de 2024
Gracias
por la noche que pasó y este día que comienza a brillar.
Hoy me pregunto: ¿Dónde encontraré el
descanso? (Mateo 11:25-30) Los pueblos donde Tú realizaste el mayor número de
milagros no recibieron tu mensaje, pero Tú, Señor Jesús, primero, alabaste a
Dios, tu Padre, por su sabiduría y su gracia insondables. Luego dirigiste un
llamado a los que permanecieron junto a Ti: "Venid a mí todos los que
estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar".
Aún hoy, Hijo de Dios, ofreces el
descanso a todos los que sentimos el cansancio en el cuerpo y el alma, y nos
invitas a llevar tu yugo liberador. Este yugo es símbolo de la obediencia y del
servicio, como lo era el pesado trozo de madera que servía para uncir a los
bueyes en aquellos tiempos. El yugo del Señor es fácil y su carga ligera. Tomar
el yugo de Jesús consiste en someterse a la voluntad de su Padre. Así podremos
cambiar el cansancio debido al pecado por la gozosa devoción del amor hacia
nuestro Dios y Padre. Podemos caminar junto a Jesús, pero debemos, mostrar algo
de la belleza de su persona, amor, ternura y verdad. Que todos vean que es
Jesús quien nos acompaña.
Si creemos en Jesús no debemos sentirnos
tristes cuando la enfermedad nos visita, perdemos un ser amado, tenemos
dificultades propias del día, o quizás abrumados por las consecuencias de los
errores de la vida pasada. Jesús nos llama hoy. ¡Vayamos a Él tal como somos!
Tomemos su yugo, alabemos al Señor en todas las circunstancias, dejemos que su
Santo Espíritu dirija nuestras vidas. Aprendamos de Él, recibamos humildemente
su enseñanza, como si fuésemos niños. Junto a Él podremos vencer las
dificultades y hallaremos descanso, fuerza y ánimo. Si así lo creemos y lo
confesamos se cumplirán sus palabras. Señor Jesús, aumenta nuestra fe.
Amén.
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