Oración del día
11 de marzo de 2023
Padre celestial:
En el silencio de este nuevo día elevo a ti mi oración.
Cuando me agobian los problemas, me ataca la enfermedad o el fracaso sale a mi
encuentro, me pregunto: «¿Por qué?». Los amigos tratan de animarme y
consolarme, pero sus palabras no disminuyen mis dolores y penas. Tú, mi Dios,
me das una respuesta muy diferente, aunque a veces, lo confieso no es la que
esperaba. Pero en el sufrimiento, consecuencia de mis equivocaciones, te
acercas a consolarme como lo hiciste con Jacob (Génesis 28:13-15). Te confieso
mis pecados y hallo paz. En las pruebas me enseñas que debo confiar en ti sin
caer en la desesperación. Permanezco atento a tus palabras y mi vida se
transforma y, consciente de la salida del laberinto en que me encuentro,
recuerdo al profeta: En quietud y en confianza será vuestra Fortaleza. (Isaías
30:15).
Gracias te doy por tu amor inalterable. Mis
dificultades y mi dolor encuentran en ti un sentido que ilumina. “En Dios
solamente descansa mi alma; de él viene mi salvación”. (Salmo 62:1). Señor, tú
me amas y quieres prepararme para el cielo. Confío en tu misericordia. El
apóstol Pablo dice: “Él hace que todas las cosas ayuden para el bien de los que
le aman” (Romanos 8:28). Que hoy en todo cuanto haga encuentre tu presencia y
las dificultades y problemas sean una carga liviana porque tú me ayudas. Amén.
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