Oración del día
15 de febrero de 2025
Señor Jesús:
Tú nos
enseñaste a orar. En primer lugar, nos dijiste que es al Padre a quien debemos
dirigir nuestra oración. En segundo lugar, debemos tener un propósito claro, es
decir, una o varias peticiones breves y claras. (Lucas
(11,1-4)) Es con Él que dialogamos y abrimos nuestro corazón.
Aunque Él ya conoce nuestras necesidades y anhelos desea escucharlas de
nuestros labios para confirmar nuestra actitud. (Mateo
6:8). Sin fe nada alcanzaremos y terminaremos decepcionados porque
diremos que Dios no escucha. Pero muchos testimonios, comenzando por el mío,
demuestran que quien invoca a Dios en la tribulación es oído. Incluso, así haya
muerto, resucitará, si cree en el Hijo de Dios. (Marcos
5:21–43) Importante es la perseverancia. Si nuestra oración
carece de esa persistencia, nada logramos obtener para beneficio nuestro. Pero
también la oración a Dios debe hacerse con el corazón contrito, reconocer ante
Él nuestra condición de pecadores. (Lucas 18:1-14) Al recibir la
gracia que tanto pedimos es nuestro deber agradecer e ir a contar a los demás
lo grande que ha sido el Señor con nosotros. (Lucas
17:11-19) Señor, danos hoy sabiduría y propósito para que nuestras oraciones
sean agradables a tus oídos. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario