Oración del día
31 de agosto de 2025 Señor Jesús: Deseo, en este amanecer, agradecerte mi vida y dialogar contigo para que me instruyas y bendigas mis acciones. Tú, Hijo de Dios, recurrías a la oración. Al orar te comunicabas con tu Padre para sostenerte en pie y sin vacilar, emprender el día. La oración concede serenidad y confianza. Serenidad porque la presencia de Dios llena de paz el alma. Confianza porque al orar el poder de su amor se puede respirar. (Isaías 30:15). Abrumado por el trabajo y las preocupaciones olvido que Tú eres mi Señor. Perdona mi actitud arrogante al apartarme de ti para concentrarme sólo en producir. Pero Dios le dijo: 'Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?' (Lucas 12:20). Al meditar tu palabra comprendo que el ideal del discípulo que sigue a Jesús es vivir liberado de la ambición presente. Es difícil administrar los bienes sin dejarme esclavizar por los encantos que el dinero proporciona. Ayúdame a vivir...