Oración del día
31 de octubre
de 2025
Hoy
me siento como el vástago que arrastra el río crecido. Soy quien sufre esa
turbulencia sin poder decir cuando cesará su afán de golpearme y aumentar la
angustia que crece como volcán. Esa violenta fuerza arrebató la sonrisa de mis
labios. Pero en ti me refugio y comienzo a sentir serenidad a medida que medito
tus palabras y preceptos. Me doy cuenta de que eres un Dios vivo. Sé que
escuchas mis plegarias y cuando, ni siquiera lo espero, me respondes. Pero me
pides fe y paciencia para que puedas realizar en mí los milagros que te pido.
Perdóname por exigirte respuestas inmediatas. Perdóname por no aceptar el
silencio en que me hablas. Estoy enseñado a convivir con la algazara y el
ruido. Por eso a veces pasa el día sin que me acuerde de Ti y te llame a
caminar conmigo. Pero hoy deseo que entres en mi vida y la hagas florecer. Tú
eres un Dios vivo y de Ti fluyen los manantiales de la salud y de la vida. Tú
puedes devolverme la sonrisa y anegar mi casa de bendiciones. Que hoy sea un
día en que proclame que Tú eres mi guía y salvador. Que la angustia desaparezca
y que tu presencia real ilumine mis acciones. Que en ellas mis hermanos vean
que Tú eres un Dios de vida que acoges a quien a ti se acerca. Que hoy en mi
ser se hagan realidad tus palabras de misericordia: levántate y anda. Amén.

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