Oración del día
22 de octubre 2025
Enséñanos, en este nuevo día, a ser mansos y humildes como lo eres Tú.
"Venid a mí todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera." (Mateo 11:28-30).
Danos la serenidad de
tu Santo Espíritu para que florezcan flores en el desierto de nuestras vidas.
Danos una mirada limpia que refleje el insondable lago del amor. Danos la
comprensión de los errores ajenos para que no juzguemos con tanto rigor las
equivocaciones de nuestros semejantes. Danos aromas de paz verdadera para
erradicar los ambientes violentos y hostiles de nuestra sociedad polarizada por
los egoísmos. Danos las palabras tiernas y precisas para desarmar a los
resentidos que nos desean mal y, sobre todo, danos el privilegio de amar a
nuestros enemigos.
"Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se
abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y
venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado,
en quien me complazco." (Mateo, 3:16-17).
Danos en este nuevo
amanecer un corazón misericordioso que podamos ofrecer al Padre celestial y nos
podamos unir al sacrificio de la cruz para obtener el perdón de nuestros
pecados. Danos, Hijo del Dios eterno, la salud para que podamos alegres
alabarte y llevar consuelo a todo aquel que lo necesite. Amén.

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