AMIGOS DE LA LECTURA - Efraín Gutiérrez Zambrano

7 de diciembre de 2022   Señor Jesús:   Señor Jesús, gracias te doy por este bello amanecer en que me permites alabarte. Tú eres mi salvador y a ti acudo en busca de luz para mi alma y pan para mi cuerpo. Tú eres la luz y por eso hoy, en tu honor, iluminamos nuestros hogares.   “De mañana escuchas mi voz; muy temprano te expongo mi caso, y quedo esperando tu respuesta”. (Salmo 5:3) No me niegues tu auxilio, pues, sin ti, desfallezco.  Dame el privilegio de llevar consuelo a los que sufren y amor a quienes se hallan en soledad. Que hoy tu palabra me anime en cada dificultad que se me presente. “Alégrense los que buscan tu protección; canten siempre de alegría porque tú los proteges”. (Salmo 5:11)   Que en cada uno de mis actos dé testimonio de ser tu siervo y no me dé miedo ni vergüenza decir que soy uno de tus seguidores. Que sienta en cada paso la fuerza de tu Santo Espíritu y que el Padre celestial responda a mis plegarias. Dios, uno ...

6 de diciembre de 2022 Señor Jesús:   Hoy te adoramos y te reconocemos como Dios. Antiguamente Dios dijo a su pueblo Israel que habría un único lugar donde iba a habitar y donde el pueblo se reuniría para celebrar las fiestas ordenadas por la Ley. Más tarde mostró al rey David que Jerusalén había sido escogido para ser ese único lugar de reunión, y el templo, Padre celestial, le encargaste la construcción del Templo a Salomón. 1.500 años después, en el pozo de Sicar, Tú, Señor Jesús, hiciste una revelación a una samaritana, una extranjera al pueblo de Israel (Juan 4:5-42). “La hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”. (Juan 4:21) Dijiste que era inútil buscar un lugar en la tierra para adorar al Padre, que era inútil ir a Jerusalén o a cualquier otro lugar para hacer ritos u ofrecer sacrificios de animales. En efecto, el Padre busca adoradores de todos los pueblos de la tierra, personas capaces de presentar una adoración tal como él la desea, e...

5 de diciembre de 2022 Señor: Gracias por este nuevo día que me otorgas. Gracias por el bautismo al que me llamaste y el nombre que me diste para que me identificara ante los demás. En la vida es esencial tener un nombre. Jesús fue el que el Hijo de Dios recibió para que lo identificáramos cuando vino a la tierra para buscar y salvar a los que estábamos perdidos (Lucas 19:10). Invocar su nombre manifiesta al mundo que aceptamos su mensaje. Ante el nombre de Jesús no  puede quedar indiferente la persona, y las reacciones que provoca son muy variadas: gran oposición por parte de algunos, temor por parte de otros, amor y adoración por parte de los cristianos verdaderos. (El ángel dijo a María:) Concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. (Lucas 1:31-32) Encomendarse al nombre de Jesús condujo y aún conduce a muchos a sufrir la persecución e incluso el martirio. Sin embargo, las autoridades...

4 de diciembre de 2022 Señor Jesús: En este nuevo día recorro tu camino. En el mesón de Belén no había lugar para Ti ni para José y María; El mundo no quiere saber de pobres e insignificantes. Tú, mi Señor, a lo largo de tu vida en la tierra, no tuviste "dónde recostar tu cabeza" (Mateo 8:20). Enseñaste la Palabra de Dios con la autoridad que da el buen ejemplo, pero en medio de la incomprensión y la hostilidad. Como dice el salmista: "Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla" (Salmo 126:6). Fijaste tu mirada en Jerusalén, la ciudad que tendría que haberte recibido con gozo, pero al ver su desprecio, lloraste. (Lucas 19:41-42). Así le dijiste: "¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!" (Mateo 23:37). Luego saliste de la ciudad con la cruz sobre tus hombros, rodeado de una multitud hostil y desagradecida, para dejarte clavar en el madero sin presentar oposición a quienes d...

3 de diciembre de 2022 Señor Jesús: A ti venimos, en este despuntar de la aurora, mi Señor y mi Dios, a contemplar tus obras admirables. Te presentamos el gozo de nuestros corazones al sentirnos llenos de tu vida. Acepta, también, nuestras miserias, derrotas, esfuerzos y necesidades. Somos tus hijos y a ti acudimos en busca de amor, consuelo y perdón. ``Así dice el SEÑOR: `Los que caen ¿no se levantan? El que se desvía ¿no se arrepiente? ¿Por qué entonces este pueblo, Jerusalén, se ha desviado en continua apostasía? Se aferran al engaño, rehúsan volver. He escuchado y oído, han hablado lo que no es recto; ninguno se arrepiente de su maldad, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual vuelve a su carrera, como caballo que arremete en la batalla.…” Perdona nuestra terquedad y nuestros pecados por los méritos del sacrificio de tu Hijo en la cruz. Danos la fortaleza de tu Santo Espíritu para que podamos vencer la tentación. Ayúdanos a soportar el dolor que como huellas indelebles nos de...

2 de diciembre de 2022 Señor Jesús: Todos necesitamos una guía en la vida. Alguien que nos anime, que nos invite a encontrar el camino, la estrella, la chispa, el horizonte que lleve en este largo itinerario de la vida...  Tú nos dijiste: Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Señor, en Ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma... Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. (Salmo 143:7-8, 10)  En este amanecer tu Palabra nos interpela: ¿Cuál es la dirección de nuestra vida? ¿Hemos encontrado un sentido pleno que justifique nuestra existencia? ¿Tenemos un objetivo claro que valga la pena ser seguido y trabajar por conseguirlo? En esta sociedad los puntos de referencia son cada vez más confusos y corremos el riesgo de descarriarnos y apartarnos del camino (Isaías 53:6). Pero Dios, en su amor inefable no quiere que nos desviemos. Por eso necesitamos leer y meditar sus...

1 de diciembre de 2022 Padre Celestial: Enséñanos a vivir nuestras pruebas y angustias junto a Jesús y que podamos escuchar su voz: "Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas". (Lucas 22:28) Estas fueron las palabras reconfortantes y llenas de gracia que Jesús dijo a sus discípulos la noche que fue entregado por Judas, el traidor. Aunque estaban "asustados; y le seguían con temor" (Marcos 10:32), siguieron al Señor y no lo abandonaron, como lo habían hecho otros. (Juan 6:67-68). El Señor ahora está en el cielo y desea acompañarnos en nuestras necesidades y angustias. Debemos confiar en su poder y cuando estemos al borde de la desesperación volvamos nuestro rostro a Jesús. Él hace suyas nuestras pruebas, de modo que podamos atravesarlas tomados de su mano (Isaías 63:9). No vivamos la prueba como algo ajeno a Dios. Pidamos al Señor su consejo ante nuestra situación. Él nos invita a dialogar con Él. Confiemos en su amor. Si nos sentimo...