Oración del día
16 de abril 2025
Padre nuestro:
A nosotros nos gusta hacer negocios. Vivimos obsesionados con las ganancias. Tenemos especialistas en ventas, buscamos crecer en el número de clientes que compren lo que ofrecemos. Vivimos del intercambio de mercancías y hasta cometemos el pecado de hacer de las personas mercancías sometidas a ley de la oferta y la demanda.
Pero Tú, Padre Eterno, nos das todo de manera gratuita
y no estamos acostumbrados a recibir sin pagar. Es más, desconfiamos de quien
ofrece sin pedir una moneda a cambio.
Tú eres el Amor y todo te pertenece porque todo lo
creaste. Nada tenemos para ofrecerte y hasta nuestros pensamientos y palabras
están cargados de intenciones no muy claras. Somos interesados y esperamos
sacar beneficio de todo intercambio. Perdona nuestra forma de actuar.
Tú, nos diste a tu Hijo para que muriendo en la
cruz nos diera la condición de hijos de Dios. Él nos enseñó que su vida era un
regalo que debíamos aceptar. Ayúdanos a comprender que tu invitación al
banquete del Cordero no podemos rehusarla. Quienes aceptamos este regalo,
recibimos con él la promesa de una vida eterna en tu Reino. (Juan 3:36) Tú, por
su muerte en la cruz, nos diste el perdón de nuestras equivocaciones e
iniquidades. A quienes aceptan que Jesús es el Hijo del Altísimo les
obsequias, además, el gozo y una buena esperanza por gracia. (2 Tesalonicenses
2:16)
Ahora Señor y Padre nuestro, acepta
en este día nuestro agradecimiento y derrama sobre nosotros que te reconocemos
como Padre amoroso tu lluvia de bendiciones sobre nuestra casa y nuestra
ciudad. ¡Amén!

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