Oración del día
25 de noviembre de 2025
Padre celestial:
Gracias por el milagro de la
existencia. Tú, Señor, puedes, si lo quieres, sanarnos. Tú que nos llamaste a
la vida eterna perdona la indiferencia de familiares, amigos y vecinos. Danos
la oportunidad de ser justos y solidarios para brindar oportunidades a quienes
sufren en silencio y se alejan cada día más de Ti. “Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la
Ley de la libertad. Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo
misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio. ¿De qué sirve,
hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá
salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del
sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y
hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así
también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta." (Santiago,
2 – 12- 17).
"Y si
llamáis Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual según sus
obras, conducíos con temor durante el tiempo de vuestro destierro, sabiendo que
habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con
algo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin
tacha y sin mancilla, Cristo, predestinado antes de la creación del mundo y
manifestado en los últimos tiempos a causa de vosotros; los que por medio de él
creéis en Dios, que le ha resucitado de entre los muertos y le ha dado la
gloria, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza estén en Dios." (I
Pedro, 17 – 21) Señor, enséñame a amar a mi prójimo. Amén.

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