Oración del día
4 de noviembre 2025
Señor Jesús:
Gracias
por la noche que pasó y este día que comienza a brillar.
Hoy me pregunto: ¿Dónde
encontraré el descanso? (Mateo 11:25-30) Los pueblos donde Tú realizaste el
mayor número de milagros no recibieron tu mensaje, pero Tú, Señor Jesús,
primero, alabaste a Dios, tu Padre, por su sabiduría y su gracia insondables.
Luego dirigiste un llamado a los que permanecieron junto a Ti: "Venid a mí
todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar".
Aún hoy, Hijo de Dios, ofreces
el descanso a todos los que sentimos el cansancio en el cuerpo y el alma, y nos
invitas a llevar tu yugo liberador. Este yugo es símbolo de la obediencia y del
servicio, como lo era el pesado trozo de madera que servía para uncir a los
bueyes en aquellos tiempos. El yugo del Señor es fácil y su carga ligera. Tomar
el yugo de Jesús consiste en someterse a la voluntad de su Padre. Así podremos
cambiar el cansancio debido al pecado por la gozosa devoción del amor hacia
nuestro Dios y Padre. Podemos caminar junto a Jesús, pero debemos, mostrar algo
de la belleza de su persona, amor, ternura y verdad. Que todos vean que es
Jesús quien nos acompaña.
Si creemos en Jesús no debemos
sentirnos tristes cuando la enfermedad nos visita, perdemos un ser amado,
tenemos dificultades propias del día, o quizás abrumados por las consecuencias
de los errores de la vida pasada. Jesús nos llama hoy. ¡Vayamos a Él tal como
somos! Tomemos su yugo, alabemos al Señor en todas las circunstancias, dejemos
que su Santo Espíritu dirija nuestras vidas. Aprendamos de Él, recibamos
humildemente su enseñanza, como si fuésemos niños. Junto a Él podremos vencer
las dificultades y hallaremos descanso, fuerza y ánimo. Si así lo creemos y lo
confesamos se cumplirán sus palabras. Señor Jesús, aumenta nuestra fe y ayúdanos
a servir con autenticidad a nuestros hermanos. Amén.

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