Oración del día



30 de julio de 2022

Señor Jesús:

Te alabo y bendigo por el milagro de la vida. Recuerdo que cuando terminaste de expresar el hermoso mensaje del Sermón del Monte descendiste para enfrentar la cruda realidad de tu pueblo. Allí te esperaba un leproso, y yo como aquel hombre, me postro ante ti y te digo hoy: “Si quieres, puedes limpiarme”.  Sé que cuando todos me rechazan por mi enfermedad, mi carencia de recursos, mi traje, mis defectos, Tú, mi Salvador, me acoges y me brindas tu palabra de consuelo. Borra las dudas que me apartan de tu misericordia. Extiende tu mano sobre mí y cúrame de mis enfermedades y heridas. Tú tienes el poder para sanar y no hay mejor medicina para sanar que tu amor. Tú, mi Señor, tienes el poder para purificar el mundo que creaste y si quieres puedes alejar de nosotros estos virus y bacterias que nos tienen amenazados. Que hoy tenga el privilegio de escuchar en mi corazón aquellas palabras que dirigiste al leproso: “Si quiero” y que lleno de gozo alabe y bendiga a Dios por su bondad. (Mateo 8:2-3) Purifícame… y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve”. (Salmo 51:7). En tus manos pongo mi dolor y mis heridas para que me sanes. Amén.           

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