22 de enero de 2024
Padre nuestro:
Gracias por la vida propia y la de aquellos que amo. Gracia
por enseñarme que la verdad preserva de la hipocresía y que las máscaras no
logran ocultar para siempre la maldad. Gracias por la fe que me permite ir
hacia ti con la seguridad de que me escuchas. Gracias, Señor Jesús, por tu cruz
que me enseña a soportar las sombras que me persiguen y fustigan. Gracias por
el perdón que sana mi alma y mi cuerpo. Gracias por la fragilidad con que me
creaste porque esa realidad me invita a ser comprensivo con el débil. Gracias por
tu palabra que me consuela y orienta en los días aciagos. Gracias por los
padres que me diste y los testimonios de vida que me dieron porque ahora soy
una persona que reconozco mis errores y deseo corregirlos. Gracias por los
dones y talentos que me diste para trabajar en la construcción de tu reino de
amor y paz. Gracias, Señor, porque a pesar de tantos caminos confusos y
peligrosos tu Santo Espíritu me da luz para que vea el que más conviene a la
salvación del alma. Gracias por mostrarme que detrás de un problema siempre hay
una gran bendición cuando lo pongo en tus manos. Gracias por el perdón que
libera de odios y me da la paz para dormir sereno. Gracias por este nuevo día y
sígueme guiando para llegar a ti. Te lo suplico en nombre de tu amado Hijo.
Amén.
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