Oración del día

 

26 de enero de 2024

Padre nuestro:

Alabado seas en la obra maravillosa que creaste. Perdona nuestra falta de fe. Perdona que no busquemos alejarnos de los vicios y pecados que nos oprimen: “Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas”. (Gálatas 5:19-21). La enumeración podría continuar, pero detengámonos en los celos y en la ira. El verdadero amor de pareja, fundado en la confianza y el respeto, no da existencia a los celos. Si la pareja invoca a Dios y Él es el eje de la familia los proyectos familiares tendrán éxito. Cuando las personas son inseguras desconfían de su pareja y esa desconfianza crea fantasmas donde no debiera haberlos. En la persona que ama su corazón desea lo mejor a su pareja y si es necesario se sacrifica para para ver feliz al que ama. La Ira, si nos dejamos llevar por ella, terminará lanzándonos al abismo porque nos enceguece. “Es más fuerte que yo” dice la gente al reconocer el vicio o la pasión que no lo deja ser libre y feliz. 

Solos no podemos luchar y someter nuestras pasiones y vicios. Si pedimos a Dios la fuerza de su Espíritu lo conseguiremos. Jesús murió por nuestros pecados, pero es necesario que nos alejemos de ellos. Si nos alejamos del pecado para no volver a dejarnos seducir por la tentación Dios nos da el derecho de “ser hijos suyos” (Juan 1:12). En este nuevo día esforcémonos en reconocer nuestros pecados y alejarnos de ellos. La sangre de Jesús limpie nuestra mente y nuestra alma.

Señor Jesús, Tú sabes lo que necesito para mi familia y para conseguir la paz de mi alma atribulada. Por favor, no rechaces esta plegaria y que en esta jornada coseche los frutos del esfuerzo y de la fe. Que tu Santo Espíritu more en esta casa y que siempre que acudamos a Ti, escuches nuestras plegarias y tu fuerza nos impulse a obrar conforme a tu santa voluntad. Gracias, por este nuevo amanecer y que tu misericordia y perdón brillen para iluminar mi camino. Amén.