Oración del día
14 de enero de 2025
Padre
Celestial:
Gracias por llamarnos a la existencia en este nuevo día. Ante tu presencia te alabamos. Danos sabiduría para meditar y comprender tu voluntad.
Hay hechos y
circunstancias de las cuales es necesario huir si se desea cumplir la voluntad
de Dios. Lamentablemente esos acontecimientos sobrevienen porque no acudimos a Él.
No rechazamos la tentación que el mundo exterior nos propone. Ese mundo lo
hemos creado nosotros con nuestras iniquidades e injusticias y sólo lo podemos
vencer con mucha oración y ayuda de Dios.
Hay
enemigos fuertes y encarnizados que debemos vencer. Son enemigos, que como el
camaleón se saben camuflar para que no logremos advertir su presencia. El más
temido de todos es el orgullo de espíritu: quiere ser visto como el mejor,
considerado como el único, escuchado como el más amado. El segundo enemigo es
nuestra propia carne que nos acosa para que la rodeemos de placeres sin
importar si son buenos o malos. A ella sólo le interesa la satisfacción y esa
satisfacción aumenta la fuerza del orgullo y disminuye nuestras reservas
espirituales. El tercer enemigo es la suficiencia del conocimiento humano que
nos inspira que todo lo podemos porque somos maravillosos e inteligentes y
nuestros pensamientos no deben ser sometidos ni siquiera a la sospecha. De esa
prepotencia vienen los malos juicios, la envidia, el odio y los deseos de
vengarnos de aquellos que no apoyan nuestras equivocaciones.
En este día, Señor,
concédenos la humildad para aceptar tu ayuda y rechazar la soberbia que nos
impide llamarte Padre nuestro. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo amado,
Jesús. Amén.
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