Oración del día
15 de
enero de 2025
Gracias por la nueva luz que nos ilumina. En este amanecer dialoguemos con nuestro Dios para que nos instruya.
“Soy
Legión, porque somos muchos”, dice un hombre poseído por una legión de
demonios. La frase aparece en Marcos 5:9, cuando Jesús le pregunta cómo se
llama. El hombre responde: “Me llamo Legión, porque somos muchos”. Se
refiere a una gran unidad militar romana, que tenía alrededor de 6.000
soldados. En este caso, los demonios se identifican como “legión” para
indicar su gran número.
En la
historia, Jesús sana al hombre y los demonios salen de él y entran en una piara
de cerdos, que se ahogan en el mar.
¿Crees
que esos enemigos no existen y que podrás llegar al Padre Celestial sin la
ayuda de Jesucristo? Leamos el Evangelio y comprobemos como el Cordero de Dios
acudía a la oración antes de actuar sobre el mundo. Jesús, nos enseñó el modelo
de oración, en el cual nos señaló que debemos dirigirnos al "Padre nuestro
que está en los cielos" (Mateo 6:9). Debemos suplicar en nuestras
oraciones directamente al Padre y reconocer que recibimos la Gracia solamente
por los méritos de Jesucristo (Juan 16:23). Si queremos vencer a nuestros
enemigos tengamos presente que la oración debe ser la parte de nuestras vidas.
La oración nos da la oportunidad de compartir con Dios nuestros problemas,
victorias y necesidades.
A
través de la oración suplicamos a Dios por nuestras necesidades personales.
Jesús dijo: "Pedid y se os dará" (Mateo 7:7). La Escritura también
dice: "No tenéis, porque no pedís" (Santiago 4:2). Pero además de
pedir la victoria sobre nuestros enemigos Dios sabe que necesitamos alimento,
ropa o casa para nuestra familia, sabiduría para tomar decisiones, salud para
nuestros cuerpos enfermos, entonces el Espíritu de Dios nos dice que debemos
confiar plenamente en Él. Todo cuanto pidamos a Dios Padre hagámoslo con la
confianza que nos da su Hijo, Jesucristo, y por la intercesión de Él, esperemos
recibir sus bendiciones. (Mateo 5:44; Efesios 6:18).
Señor
y Dios nuestro, libranos de nuestros enemigos, a Ti clamamos porque te amamos y
queremos cumplir tus preceptos: "Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". (Jeremías 33:3).
Amén.
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