Oración del día
18 de septiembre de 2024
Padre celestial:
Gracias por la vida que nos das y por las pruebas a las cuales nos sometes para hacernos dignos de tu gloria.
Tú creaste los diamantes. Piedras
preciosas cuyo tamaño, forma y clase los hace únicos y diferentes unos de
otros. Son valiosos, pero para llegar al esplendor que reflejan un diamantista
o artesano los ha sometido a duras fricciones, arduo trabajo para pulirlos y
tallarlos. Ese trabajo exige precisión, paciencia y perseverancia. El artesano
los examina a cada rato para observar si cumplen con sus expectativas. El
ángulo de cada cara debe ser exacto para que la luz se refleje con asombrosa
belleza. Así, Señor, artesano divino, actúas con nosotros. Te vales de nuestras
circunstancias y problemas para cincelarnos y pulirnos, Deseas que seamos luz
para ti y para otros. A veces, ese tratamiento que recibimos duele mucho. “El
crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero el Señor prueba los
corazones”. (Proverbios 17:3). Tú nos diste la vida y deseas que seamos
perfectos y tengamos las virtudes de tu Hijo, Jesucristo. El es el modelo. Si
brillamos llenarás de gozo nuestros corazones y nos darás la vida eterna. “En lo cual vosotros os alegráis, aunque
ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas”. (1 Pedro 1:6). Hoy
te pido, en el nombre de tu Hijo amado, que nos ayudes a cumplir tu voluntad y que nuestra conducta sea guía de los
ciegos, luz de los que están en tinieblas”. (Romanos 2:19,20). Amén.
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