Oración del día
20 de
septiembre de 2024
Padre celestial:
Al despertar agradezco tu misericordia. Medito tu palabra y pido sabiduría para comprenderla. Admiro la vida y las maravillas que creaste.
La paciencia es necesaria en nuestras vidas. Cuando creemos en Dios debemos aprender a ser pacientes. Él nos hizo plenos y de acuerdo con su propósito. La paciencia es más que la capacidad para esperar; es la capacidad de mantener una buena actitud para que Dios realice el milagro que se espera con su favor. Dios con todo su Poder pudo haber creado el mundo en un día, pero no lo hizo, se tomó su tiempo.
La paciencia es fruto del Espíritu Santo y proviene de
una relación cercana a Dios; nuestra actitud debe ser tranquila y positiva a
pesar de las circunstancias adversas.
Recordemos que el tiempo de Dios no es nuestro tiempo.
Dejemos la prisa. Dios se toma el tiempo necesario para perfeccionarnos. Él hace
una base sólida antes de intentar construir el edificio. Somos el edificio de
Dios en construcción. Él es el maestro constructor y sabe lo que está haciendo.
"Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia
lo aguardamos." (Romanos 8.25) Hermanos míos, considérense muy dichosos
cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba
de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la
obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. (Santiago
1:2-4). Esperemos y confiemos en el poder de Dios que siempre está a nuestro
lado. Hoy tendremos un día lleno de grandes oportunidades. Amén.
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