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La lectura y su influencia en el destino de los grandes hombres

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Por Efraín Gutiérrez Zambrano  La mayoría de las personas leen, dizque por pasar el tiempo. Pero eso no es más que un ejemplo de quienes son adictos a juzgar por apariencias. En la brevedad del instante y en la estrechez de este espacio intentaré demostrar que muchos hombres hoy famosos no serían más que anónimos fracasados si no hubiesen encontrado a su estrella entre la tinta de los libros. Así que sin preámbulos extenuantes comencemos a traer a la memoria las figuras a quienes la fama acogió por sus ideas u obras. La lista la iniciaré con Edison, quien siendo joven y estando radicado en Boston, a pesar de sus penurias, se esforzó en comprar las “Obras completas de Faraday”. De estos libros tomó la fuerza que lo llevaría a New York para ganarse el remoquete de “Mago de Menlo ParK, la “cueva del mago”, lugar o laboratorio de donde surgirían los inventos que aceleraron el progreso de la tecnología del siglo XX. (...) En Reflexiones que cambiarán su vida halla completo el ...

Abandono

ALQUIMIA DEL AMOR Que nunca se les olvide a los notarios del cielo el pacto de los dos sellado con el rocío de luceros sobre esa página de insondable infancia de los besos. Ante los ojos aterrados de frondosos árboles el crepúsculo nos cubría para protegernos de la envidia que en jirones de sombras pretendía que el amor como la ola sobre la playa añicos se volviera.   Podrían decir que la mariposa del amor nos poseía y en gritos de imperiosa dicha al aire se lanzaba para susurrar en todos los rincones su misterio y dejar la estela de esa magia que los arreboles en el óleo de los cielos llenaba de joyas abultadas. Tal vez no verían con buenos ojos como dice la gente que la alquimia del amor fuera para nosotros el secreto y  que las provocaciones iracundas del tiempo ni siquiera molestara el  translúcido reflejo de la cópula que en el umbral ahogaba las voces con fuerzas y deseos. Eran días en que a la luna respondíamos con...

DULCE ESPERA

Felisa Sanz de Moreno Te esperaba en la orilla de los siglos inmóvil, sin prisa ni medida de tiempo ni distancia, Te esperaba en el verso, leyendo a mi tristeza, Y en mis brazos abiertos resbaló la mañana. Te esperaba sumando encuentros por sorpresa. Te esperaba en la orilla del silencio sentada y vi que por el Orbe ibas tú peregrino y entre todas las voces mis ojos te escuchaban, La espera de milenios navegó por mis brazos Y sentí la caricia de tu luz en mi cara. Tus ojos me leyeron el verso que no escribes Que de labios adentro se hizo toda palabra, y sentí que la fuente de la vida tenía un ruido soñoliento de amor entre sus aguas, Y mis pies se mojaron en la prisa y la angustia que pesan en la "carne" al hombre de mi tiempo, y vi llegar tu risa a mi abrazo cansada. Y me dolió en la mente tu ancestral lejanía; Y me dolió el trabajo que suda tus espaldas. Y me dolió en la frente el número y la firma Y mis ojos se hicieron amor en la distancia. Y me dolió en los hombros tu am...

MITOS

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LEYENDA DEL DIOS DE LA PORCELANA [1] ¿Quién fue el primer hombre que descubrió el secreto del caolín y del petum-tse? ¿Quién descubrió la virtud del fino polvo que se convierte en cristalina piedra blanca como la nieve de las altas montañas? ¿Quién descubrió el arte divino de la porcelana? Sí, fue PU, el hombre hecho dios que han adorado por siglos los alfareros chinos. Fue PU el Dios de la Porcelana. A decir verdad, el Genio de los Hornos de las tierras cocidas existió mucho antes. Cinco mil años hacía que el Emperador Amarillo había enseñado a sus súbditos el arte de modelar con tierra hermosos jarrones y cocerlos en el fuego que mantiene vivo el Genio del Horno. Dos mil años después nació PU, el hombre que el Señor de los Cielos destinó a convertirse en el Dios de la Porcelana. Todavía se conservan y se adoran las obras que el genio de PU dejó para inspirar el trabajo de alfareros y ceramistas que guardan secretos del arte maravilloso. Y son como reliquias las que PU dejó, por...

LOS AUTODIDACTAS Y LA LECTURA

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(Martyn Lyons, Londres, 1998) La cultura literaria de los autodidactas era muy particular. Aunque sus primeras lecturas fueran eclécticas e indiscriminadas los autodidactas tendían a imponerse una severa disciplina. Thomas Cooper se avergüenza levemente al recordar que "a menudo me desviaba hacia la miscelánea", refiriéndose a autores como Disraeli y Boswell, relatos de viajes y el London Magazine. Como afirma con elocuencia la autobiografía de William Lovett, el objetivo del autodidacta era triple: pan, conocimiento y libertad. La mejora de uno mismo -material, moral e intelectual- constituía un objeto muy exigente. Requería una gran aplicación y capacidad de sacrificio. Había que reservar tiempo para adquirir conocimientos, ahorrar dinero para la compra de libros, sacrificar horas de sueño, en ese impulso guiado por un ferviente deseo por leer y saber más. La lectura era un instrumento imprescindible de la autoformación y el autocontrol. La lectura del autodidacta era una ...

ANTOLOGÍA POÉTICA - REIR LLORANDO

REIR LLORANDO Juan de Dios Peza Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra— ­el pueblo al aplaudirlo le decía: —Eres el más gracioso de la tierra, y el más feliz… Y el cómico reía. Víctimas del spleen, los altos lores en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores, y cambiaban su spleen en carcajadas. Una vez, ante un médico famoso, llegóse un hombre de mirar sombrío: —Sufro, le dijo, un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo; no me Importan mi nombre ni mi suerte, en un eterno spleen, muriendo vivo, y es mi única ilusión la de la muerte. —Viajad y os distraeréis. —¡Tanto he viajado! ­ —Las lecturas buscad. —¡Tanto he leído! —Que os ame una mujer. —¡Sí soy amado! —Un título adquirid. —¡Noble he nacido! —¿Pobre seréis quizás? —Tengo riquezas. —¿De lisonjas gustáis? —¡Tantas escucho!. . . —¿Qué tenéis de familia? ...