Hoy debes detenerte y reflexionar. 12 de marzo de 2013 Tienes la sensación de que la felicidad es un espejismo cuando no sabes detenerte a tiempo para contemplarte y valorarte. Te lo pasas corriendo a toda hora como si alguien te fuera persiguiendo. Esa manía de persecución no es más que un síntoma de una grave enfermedad de tu espíritu. Has perdido la costumbre de reflexionar para desarrollar la conciencia y tener la seguridad de escoger el mejor de los caminos. En esa carrera sin sentido vives aturdido y deseas a todas luces acelerar más para evadirte de esa caterva que has formado con tus actos. Son muchas las cosas que acumulas a diario, pero pocas las satisfacciones que experimenta tu alma. Empujas y empujas sin darte cuenta que así no lograrás nada porque lo que no sirve en tu auto es el motor. De tanto hacer cambios equivocados se ha fundido y ahora no tiene la fuerza para llevarte al lugar que añoras. También sabes que si lo abandonas todo y corres hacia ...