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Los dos reyes

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Los dos reyes y los dos laberintos de Jorge Luis Borges Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides ...

Orar es un diálogo

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Tenemos muchos errores acumulados en nuestra memoria. Es como una montaña que nos impide ver los resplandores del sol de la verdad. Y esos errores toman la forma de prejuicios que se pegan a los ojos como escamas. Con esa ceguera inadvertida es imposible que veamos las bondades de las personas, del mundo y de Dios. Hoy quiero detenerme en esa relación que el ser humano establece con su Creador y que definimos como oración. Pero resaltaré todo aquello que no es orar y es causa de muchos procederes equivocados ante la presencia de Dios. Espero no me confundan con un puritano o con un fanático religioso. Siempre procuro que mis reflexiones sean objetivas y apartadas de los credos religiosos particulares que los humanos muchas veces pretenden imponer. En Secretos de los triunfadores , libro de mi autoría, manifesté que muchas son las religiones y sectas que se presentan, pero no existe más que un solo Dios. Es a Él a quien debemos buscar y relacionarnos a través de la oración.  ...

De la avaricia y la vanidad

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Si hay defectos que anulen la grandeza humana la lista comienza con la vanidad que lleva a la prepotencia y la avaricia que conduce a la mezquindad.  Y si buscamos sus raíces, la luz del entendimiento señala el camino de la egolatría de cuyas aguas putrefactas se alimentan. No se puede ser vanidoso sin tener un exceso de confianza en lo efímero de la vida humana. Y nadie puede reclamar la posesión del mundo sin tener en abundancia las insensatas ideas de su presencia inmortal en este mundo cambiante y de la eterna soledad donde reine sin la perturbación de las voces ajenas. Los demás pueden evidenciar esa especie demencial, pero quien padece y ostenta tales vicios parece ciego e insensible ante ellos. Por el contrario cada día procura aumentar el tamaño de su figura ilusoria y al hacerlo los demás le parecen más pequeños que los habitantes liliputienses. Sus riquezas nunca alcanzan límites y como Midas, todo lo desea convertir en oro. Los valores ajenos desaparecen y sólo ...

Hagamos una pausa y leamos

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Hoy es viernes y deseo compartir con mis amigos  y amigas una pequeña selección de textos de Alejandra Pizarnik, poetisa argentina. Siempre es conveniente conocer a las personas por lo que leen. Dime a quién lees y te diré quién te acompaña. Estos textos pertenecen a El infierno musical (1971)     OJOS PRIMITIVOS En donde el miedo no cuenta cuentos y poemas, no forma figuras de terror y de gloria. Vac ío gris es mi nombre, mi pronombre. Conozco la gama de los miedos y ese comenzar a cantar despacito en el desfiladero que reconduce hacia mi desconocida que soy, mi emigrante de s í. Escribo contra el miedo. Contra el viento con garras que se aloja en mi respiraci ón. Y cuando por la ma ñana temes encontrarte muerta (y que no haya más imágenes): el silencio de la comprensión, el silencio del mero estar, en esto se van los años, en esto se fue la bella alegría animal. EL INFIERNO MUSICAL Golpean con soles Nada se aco...

Una canción para reflexionar

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Una canción para reflexionar Tal vez mirar al interior del alma es algo demasiado complejo para que un humano lo ejecute con entereza y alegría, tal vez sentir dolor no es más que un puro y frío sentimiento que emerge como la punzada del alfiler que se clava por accidente en el dorso de la mano, tal vez percibir el susurro de la soledad puede enloquecer  tan sólo unos días o para siempre, pero estos hechos, por sí solos no arrojan verdades profundas para adoptarlos como elementos esenciales de una doctrina vital. Pero viajar al interior, llevando como equipaje la nostalgia, abre una puerta hacia el sufrimiento que petrifica y congela los caminos del ser. Es cuando los ríos de la melancolía se asoman por los ojos y la incertidumbre de los arrepentimientos nubla la mente con esos colores que anuncian las tormentas. Describir sobre una hoja esos paisajes del desierto espiritual  es un rigor inútil y expresar la amargura es como vomitar a media noche sobre el mantel blanc...

LAS ÁGUILAS

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El hombre —dice Cándido— tiene dos nacimientos. En el primero, los padres hacen posible el milagro de una nueva vida. El ser humano es incapaz de cortar el cordón umbilical y un adulto lo hace por él. Pierde, en­tonces, la seguridad que le brindaba el vientre mater­no, y expectante ante el mundo, agradece todo el amor que le deparen. El hombre, por su condición de ser bio-espiritual, no puede crecer en armonía desprovisto de amor. Es este sentimiento el que le dará la seguridad en todas las etapas de su vida. Fácilmente, el hijo de Adán sobrevive sin agua y sin alimentos si le prodigan el amor suficiente que lo anime en la inanición. El segundo nacimiento suele acontecer a finales de la adolescencia. Ahora son los padres los que muchas veces hacen imposible el descubrimiento de la libertad. El ser humano desea ser independiente para formar su propio mundo, pero los padres, guiados por un amor ego ísta (no siempre, claro está), pretenden que sus hi­jos no tomen los caminos que ...

Secretos de los triunfadores

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Prólogo "Aquél que no trabaja por sus sueños... Acabará trabajando para los de otro..." A todos los seres humanos nos preocupa eso que llamamos éxito . Son muchas las definiciones que uno encuentra en los libros de los autores especializados en la materia. Son muchos los que conocedores de la necesidad de normas claras sobre cómo conseguirlo dictan conferencias, publican libros y se afianzan en tratados clásicos, pero sin hacer diferencia en los destinatarios. Y aunque no se necesita edad precisa para lograrlo, si conviene establecer la clase de destinatarios a quienes se dirige un libro. Existen libros para  ser leídos en la niñez, otros en la adolescencia y no faltan aquellos que nos reconfortan cuando los años disminuyen el vigor. En muchas ocasiones nosotros, como maestros e iniciadores  en el hábito de la lectura, alejamos a los niños y jóvenes de ella al señalarles lecturas que no convienen a sus años.   Secretos de los triunfadores, tiene com...