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El ser humano pierde valor.

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3.    El ser humano pierde valor.                 La persona es la raz ó n de ser de la educación y sin ella la reflexión pedagógica carece de sentido. Y como la falta de sentido se ha extendido como una de las mayores plagas que azotan a la sociedad actual poco se repara en ella porque se ha vuelto común que no se reflexione sobre lo que se hace sino que se viva el momento con celeridad. Los tiempos actuales elogian el vértigo, el deporte extremo y las pruebas mortales donde la persona se esfuerza en producir adrenalina, pero no ideas que le den razones para vivir en armonía con la naturaleza, consigo mismo y con los demás. "Vivimos en una é poca de sentimiento donde la falta de sentido se difunde r á pidamente. Y en nuestra é poca, la educaci ó n deber í a ocuparse no solamente de transmitir conocimientos, sino tambi é n de refinar la conciencia para que el hombre sea capaz de escuchar en cada situa...

El sentido de la educación-

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2.     El sentido de la educación- Los conceptos de cultura y educación no comienzan antes del florecimiento del pueblo griego y Grecia constituye la raíz del gran árbol de la civilización occidental. Los helenos son los primeros en hacer de la educación un elemento esencial de participación en la vida diaria de los individuos y un motor definido del crecimiento y desarrollo social y espiritual de la comunidad. Pero ellos descubren y enseñan que no puede existir el progreso sin la consciencia de un conjunto de valores que rigen la vida de los seres humanos y que sin ellos no se origina cultura sino barbarie. Así el fundamento axiológico resulta una condición sin la cual es imposible educar.        La dinámica social es la consecuencia lógica de la acción educativa, pero ésta es imposible sin el aporte generoso y vivencial del conjunto designado con la palabra sociedad. No se puede esperar una comunidad progresista y pacifica sin...

Hacia un nuevo paradigma educativo

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Hacia un nuevo paradigma educativo 1.    Preguntas que exigen respuesta. Cada día esta aldea global es más estrecha para tantos seres humanos que no saben qué esperar de una sociedad que exige de ellos nuevas competencias para enfrentar los desafíos y naturales temores ante la incertidumbre que el futuro deparará. Pareciera que el conocimiento y la tecnología en lugar de ser aliados de la raza humana se hubieran convertido en sus grandes amenazas. Cada día la velocidad de los cambios sociales, políticos, económicos, científicos y tecnológicos es mayor y la sensación de locura colectiva es pasmosa. Para comprobarlo basta con seguir el curso de la avalancha de noticias que nos llegan por tan diversos y numerosos canales.      ¿Cómo adaptarse a esos cambios dónde las constantes son el desplazamiento de la fuerza humana para que ocupe su puesto la máquina, el robot, el software y el afán de acumular riqueza en pocas manos? ¿Cómo seguirle...

Antología del amor

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Antología del amor Todo hombre que no ama a la mujer, y m ás el que la odia, no tiene ni virtud, ni gracia, ni humanidad. Cornelio Agrippa. Cuando el tiempo transcurra, cuando la belleza se marchite y el coraz ón esté adormecido por el paso de la vida, mis sueños serán siempre amor... Porque es el único sentimiento que no muere… Acaso quitarán nuevas esperanzas en mi alma... Acaso otras ilusiones querrán ve­nir a arrebatarme la primera; pero nun­ca, ¡oh, nunca!, hallaré en mi camino el ensueño del primer amor. María Alburquerque. Alquimia del Amor https:// efraguza.blogspot.com/2020/01/hablem os-de-alquimia-del-amor.html?spref=tw El amor es el aliento de Dios: Dios mismo. Juan A. Almela. Es una certeza que el amor se sirve de la ocasión y la ocasión, de la chispa que hace de la pasión una hoguera. Efraín Gutiérrez Zambrano. En amor no basta que est én contentos de nosotros; es necesario, además, que nos esforcemos en que el amado esté también contento...

Los dos reyes

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Los dos reyes y los dos laberintos de Jorge Luis Borges Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides ...

Orar es un diálogo

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Tenemos muchos errores acumulados en nuestra memoria. Es como una montaña que nos impide ver los resplandores del sol de la verdad. Y esos errores toman la forma de prejuicios que se pegan a los ojos como escamas. Con esa ceguera inadvertida es imposible que veamos las bondades de las personas, del mundo y de Dios. Hoy quiero detenerme en esa relación que el ser humano establece con su Creador y que definimos como oración. Pero resaltaré todo aquello que no es orar y es causa de muchos procederes equivocados ante la presencia de Dios. Espero no me confundan con un puritano o con un fanático religioso. Siempre procuro que mis reflexiones sean objetivas y apartadas de los credos religiosos particulares que los humanos muchas veces pretenden imponer. En Secretos de los triunfadores , libro de mi autoría, manifesté que muchas son las religiones y sectas que se presentan, pero no existe más que un solo Dios. Es a Él a quien debemos buscar y relacionarnos a través de la oración.  ...

De la avaricia y la vanidad

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Si hay defectos que anulen la grandeza humana la lista comienza con la vanidad que lleva a la prepotencia y la avaricia que conduce a la mezquindad.  Y si buscamos sus raíces, la luz del entendimiento señala el camino de la egolatría de cuyas aguas putrefactas se alimentan. No se puede ser vanidoso sin tener un exceso de confianza en lo efímero de la vida humana. Y nadie puede reclamar la posesión del mundo sin tener en abundancia las insensatas ideas de su presencia inmortal en este mundo cambiante y de la eterna soledad donde reine sin la perturbación de las voces ajenas. Los demás pueden evidenciar esa especie demencial, pero quien padece y ostenta tales vicios parece ciego e insensible ante ellos. Por el contrario cada día procura aumentar el tamaño de su figura ilusoria y al hacerlo los demás le parecen más pequeños que los habitantes liliputienses. Sus riquezas nunca alcanzan límites y como Midas, todo lo desea convertir en oro. Los valores ajenos desaparecen y sólo ...