Oración del día
13 de octubre 2022
Señor de cielo y tierra:
A veces, siento en mi angustia el peso de tu silencio. Pero leo tu Palabra y me vuelve el ánimo. “Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación; sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar, no vacilaré” (Sal 61,2-3).
Te agradezco este nuevo día que me otorgas. Creo en tu Hijo, en su
Evangelio. Como Zaqueo, el publicano, me esfuerzo en verlo. Me subo al árbol,
sí, el árbol de la cruz. A ti, Señor, te invoco porque te necesito. Mi alma
tiene sed de ti. Atiende la voz de mi súplica. Quiero escuchar la voz del
Maestro: «Apresúrate, desciende, que quiero alojarme en tu casa.» En esta
mañana abro las puertas de mi corazón para recibirle en mi casa. Quiero
alojarlo en mi alma. «Es necesario que me aloje en tu casa.»
Jesucristo, desde la última cena así lo manifestó y quiere habitar en nuestra alma junto con el Padre y el Espíritu de Amor, para que, según la expresión del discípulo amado, vivamos «en sociedad» con ellos, que estemos en comunión con ellos (1Jn 1,3). Gracias Señor Jesús, por tu entrega incondicional, por tu amor. El Maestro hoy nos dice: «Apresúrate a descender». Que hoy estemos dispuestos a escuchar su voz. Amén.
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