Oración del día
9 de septiembre 2022
Señor y Padre nuestro:
Es hermoso darte gracias porque escucho el canto de las aves. Escucho la voz de tu Hijo amado en el Sermón del Monte: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. (Mateo 5:6). Pero me doy cuenta de que los hombres no pueden saciar el hambre y la sed que padezco. Por más esfuerzos que se hagan, la justicia humana es imperfecta. Por todas partes veo la falta de rectitud. Política, economía, juzgados, religiones muestran casos de permanente injusticia. Esta lucidez no me llena de pesimismo, sino que me advierte la vigencia de las palabras de Jesús. Sólo Tú, Señor y Dios nuestro, puedes implantar la justicia. Ante tanta opresión y violencia que el mundo ofrece tengo la esperanza de ver brillar la justicia que viene de Ti, Padre celestial. (Amos 4:1).
La vida humana, en estos días, carece de
valor. El sicariato es una empresa que con cada amanecer se fortalece. En las
sombras y a plena luz del sol la muerte se muestra triunfante. Señor te
necesitamos. Suspiro y sueño un mundo más justo y humano. Tú juzgas al mundo con justicia. (Salmo 9:8).
En tu Hijo se manifiesta la justicia y Él la da a todos los que lo acogen en su
corazón, “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es Cristo Jesús”. (Romanos
3:21-24). Dame sabiduría para comprender: “¿Pronunciáis en verdad Justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres? Ciertamente hay Dios que juzga en la
tierra”. (Salmo 58:1-11). Ayúdame y envía sobre mí tu Santo Espíritu para que
en este día obre con justicia. Te lo suplico en nombre de tu Hijo Jesús.
Amen.
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