Oración del día
27 de octubre 2022
Señor:
Gracias por este bello día que me otorgas. Gracias por todas tus bendiciones. Yo creo en tu Hijo, Jesús, “por cuanto permanece para siempre y puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios. (Hebreos 7:24-25) En Él fueron creadas todas las cosas... Y Él es antes de todas las cosas. (Colosenses 1:16-17). Creo en tu Hijo eterno, Jesús, el recién nacido que estuvo acostado en un pesebre de Belén, el Hijo de Dios. "Antes que Abraham fuese, yo soy" (Juan 8:58). Por eso digo que tu Hijo es "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Cuando Dios creó los cielos, Jesús estaba ahí (Proverbios 8:27).
En
una de sus últimas oraciones, antes de ser rechazado y crucificado, pidió a
Dios glorificarlo con la gloria que había tenido junto a él "antes que el
mundo fuese" (Juan 17:5). No "tiene principio de días" (Hebreos
7:3), eterno es nuestro Salvador. Confiemos en su misericordia y acerquémonos a
Él con fe.
Jesús
se hizo hombre y se ofreció para la gloria de Dios y la salvación de los
hombres. Dios, totalmente satisfecho con su entrega voluntaria a la muerte, lo
resucitó y lo elevó a su gloria, como Jesús mismo lo había anunciado:
"Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al
Padre" (Juan 16:28). Según su promesa, pronto volverá a buscarnos:
"Vendré otra vez, y los tomaré, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis" (Juan 14:3). Más tarde volverá para ejercer el juicio y establecer
su reino, "porque preciso es que Él reine" (1 Corintios 15:25).
Cuando su reinado de mil años termine, el Señor entregará "el reino al
Dios y Padre... para que Dios sea todo en todos" (1 Corintios 15:24, 28).
Refugiémonos en este día en su divino corazón y digamos con plena confianza:
Jesús, ten piedad de mí. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario