Oración del día
17 de
noviembre de 2023
Jesús llevó
nuestra culpabilidad sobre sus hombros y sufrió el castigo que nosotros
merecíamos. El precio de nuestra salvación fue pagado. Luego, Tú, mi Dios no
exigirás un segundo pago. Pero nuestro pecado era tan grande que fue necesario
el sacrificio de una víctima santa, sin pecado, para expiar el pecado.
"Cristo murió por nuestros pecados" (1 Corintios 15:3).¡Esto es lo
que expresamos y creemos!
Tú eres amor.
Ofreces un perdón completo, y no una reducción de pena. Ningún hombre en el
mundo, independientemente de su título, tiene el poder para perdonar pecados,
porque todos somos pecadores. Pero Tú no tendrás en cuenta los pecados de los
que creemos en Jesús, tu Hijo amado, y nos acercamos al sacramento de la
reconciliación, porque su sangre nos purificó de ellos. Tú eres justo con
respecto a la obra que tu Hijo cumplió, pues justificas al que cree en Él. El
que confía totalmente en Él escucha su palabra y la lleva a la práctica. (Lucas
8:19-21). Jesús, tu Hijo, tuvo misericordia de los marginados, los leprosos,
las prostitutas, los ciegos, los endemoniados y de todos aquellos que se
acercaron con fe para que los curara.
El Hijo de
Dios llevó a la práctica lo que exigías, Padre eterno. “El que no atiende a los
ruegos del pobre tampoco obtendrá respuesta cuando pida ayuda”. (Proverbios
21:13)
Sólo si se
obra a ejemplo de Jesús se puede obtener la paz y la vida eterna. Danos, oh
Dios, en este día la coherencia entre lo que creemos y lo que hacemos para que
seamos verdaderos hijos tuyos. Amén.
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