Oración del día
4 de
marzo de 2025
Amado Dios:
Gracias por esta nueva oportunidad que nos das al permitirnos ver la luz del sol. Hoy quiero que nos instruyas y escuches nuestras plegarias. Responde pronto con tu auxilio. Señor, mira que perecemos si no vienes pronto en nuestra ayuda.
En
el cemento fresco es fácil dejar una huella. En los niños pasa algo similar. Es
en los primeros años que debemos sembrar principios y valores humanos que los
hagan verdaderos hijos de Dios. Si lo hacemos con amor y autenticidad podemos
dejar en ellos una huella imborrable que recordará a estos niños su camino
hacia Dios.
Sucede
con algunos de nuestros errores algo similar. Pueden dejar en nuestra alma y
mente y quienes nos rodean huellas e impresiones desagradables que en algunos
casos jamás podrán ser borradas durante nuestra vida terrena. Recordemos que
Dios conoce todos nuestros pensamientos, palabras y hechos. Él nos dice que
debemos perdonar las ofensas si queremos que Dios perdone nuestras iniquidades.
Es un pensamiento que ilumina la luz que nos da la Palabra. Por nosotros mismos
no podemos borrar ninguno de nuestros pecados. Sin embargo, Dios mismo los
borrará en nuestro lugar, si confesamos a Él nuestras culpas y creemos en su
Hijo amado que murió por nosotros para borrar nuestras equivocaciones. El
profeta nos recuerda su promesa: "A ti agradó librar mi vida del hoyo de la
corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados. Yo, yo soy el
que borró tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus
pecados... Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados;
vuélvete a mí, porque yo te redimí" (Isaías 38:17; 43:25; 44:22). Estamos
en tiempo de reconciliación. Vayamos a Dios para que perdone todas nuestras
iniquidades. Que hoy sea un día de conversión y que Dios nos perdone para que
podamos sentir su presencia en nuestros corazones. Amén.
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