Oración del día
12 de marzo de 2022
Padre celestial:
Gracias por invitarnos a vivir en
tus jardines y a respirar tu santidad.
«Todos iremos al paraíso», es el
título de una canción popular que vale la pena analizar. En la frase, la idea
de ir todos al paraíso, tiene buena intención. Se desea que todo ser humano, sea
perdonado por Dios. Dice nuestro Salvador, Jesucristo: "Entrad por la
puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a
la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la
puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan" (Mateo 7:13-14). Por lo tanto, después de la muerte no todos
iremos al paraíso, a la presencia de Dios. Dios es santo, y nadie puede entrar
en su morada sin lavar en la sangre del Cordero sus vestidos. Confesar los
pecados y perdonar los ajenos fue lo que él ordenó para quedar limpios.
Jesucristo, Hijo del Padre, vino a
esta tierra para borrar nuestros pecados mediante su muerte y resurrección. A
todos los que creen en él, a quienes nos reconocemos pecadores y pedimos al
Señor Jesús que sea nuestro Salvador, nos está reservada la entrada al paraíso.
Entremos por "la puerta estrecha", como dice la Palabra. Dios ama a
todos los hombres y quiere que sean salvos y vayan a su paraíso. Pero es
necesario que el ser humano acepte a Jesús y actúe de acuerdo con su
mandamiento de amor.
“Dios nos ha dado vida eterna; y
esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene
al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que
creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”. (1
Juan 5:11-13).
La puerta estrecha, entonces, exige
aprender a amar y obrar de acuerdo en la voluntad del Padre. Hoy vayamos a Dios
para que nos perdone y nos permita entrar en el Paraíso de donde fuimos echados
por nuestras infidelidades y malas obras. Señor, ten piedad de nosotros que
somos pecadores. Amén.
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